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para controlar la informaci贸n y generaci贸n de propaganda

 
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Autor Mensaje
Eliseo Rabad谩n Fern谩ndez



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MensajePublicado: Dom Oct 22, 2006 12:28 pm    T韙ulo del mensaje: para controlar la informaci贸n y generaci贸n de propaganda Responder citando

Este texto de Jos茅 Steinsleger que publicaba el diario La Jornada el 15 de octubre me parece muy importante para entre otras cosas, ayudarnos a comprender el modo en que se trata de controlar y manipular todo el flujo de noticias que finalmente circulan en los diarios y medios televisos, radiof贸nicos, facultades , &tc.

Tambi茅n es de mucha utilidad el citado texto para buscar el modo de contrarrestar en la mdeida de lo posible esa manipulaci贸n cuyo n煤cleo esencial est谩 dentro del Estado Imperial norteamericano. No s贸lo es la SIP, sino otras empresas como CNN, por citar la que podr铆a ser en el presente la m谩s influyente , sobre todo en televisiones a lo largo no ya de Iberoam茅rica sino de alcance "global".

Quisiera hacer notar y destacar la especial relevancia que a mi juicio merece la referencia a GregorioSelser en este art铆culo, en tanto se trata de un periodista modelo en el sentido que comenta Steinsleger pero adem谩s referente de la ciencia social e hist贸rica en sus libros.

http://www.geocities.com/erabadan/librosselser.htm

Cita:


SIP: Mordaza de libre presi贸n 15/10/06

Jos茅 Steinsleger
La Jornada
Si la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) fuese una entidad realmente comprometida con la libertad, la independencia y la democracia, el edificio que en Miami alberga su sede deber铆a llamarse Gregorio Selser (1922-1991) en lugar de Jules Dubois, aquel s贸rdido oficial de la CIA que dise帽贸 sus principios y doctrina.
Selser y Dubois. Dos modos de entender el periodismo y la informaci贸n. Selser, rasgando los velos del poder. Dubois legitimando sus infundios. Selser, al servicio de los pueblos. Dubois, al servicio del imperio. Con Selser, el periodismo honesto descubri贸 c贸mo se fabrican las noticias. Con Dubois, el periodismo canalla aprendi贸 a encubrir la verdad a trav茅s de la mentira.
De la Cuba del tirano Fulgencio Batista (donde en 1943 naci贸 la SIP) a nuestros d铆as, no hubo d茅spota, golpe de Estado o intervenci贸n militar de Estados Unidos que no recibiera apoyo de la SIP. Sesentaitres a帽os de ignominia que los muros de Am茅rica Latina supieron resumir una y otra vez: "Nos mean, y la prensa dice que llueve".
Destinada por estatutos a "... servir por igual a sus afiliados del norte, centro y sud de Am茅rica", la SIP s贸lo adopta resoluciones atinentes a la preservaci贸n de la "libertad de prensa" al sur del r铆o Bravo y en las Antillas. Sus declaraciones sintonizan con el Departamento de Estado, la OEA y el Tratado Interamericano de Asistencia Rec铆proca (TIAR), y su "independencia" consiste en difamar cualquier esfuerzo grande o peque帽o de nuestros pueblos cuando tratan de darse instituciones participativas, o surgen situaciones que cuestionan cualquier empresa adscripta a su 贸rbita.
Los magnates de la SIP compran, venden, difunden, editan, transmiten o publican la "informaci贸n" seg煤n convenga a las "leyes del mercado" y sus intereses de casta y clase. No obstante, en su Breve historia de la SIP, Selser registra las excepciones de rigor, tales como las del escritor y periodista venezolano Miguel Otero Silva, propietario de El Nacional de Caracas.
En la reuni贸n de Montevideo (1951), Otero Silva observ贸 que los estatutos de la SIP, aprobados un a帽o antes en la Asamblea de Nueva York, violaban "... sus normas m谩s fundamentales y d谩ndole el car谩cter que ahora tiene: una entidad exclusivamente patronal de intercambio comercial, estrictamente controlada por los vendedores de papel, las agencias noticiosas y los buscadores de avisos que residen en Estados Unidos. Nada m谩s inoportuno en ese ambiente que un periodista".
Selser recuerda que si bien Otero Silva se declaraba antiperonista y contrario a las medidas que el gobierno argentino hab铆a adoptado tras el cierre del diario La Prensa, se indign贸 por la conducta de sus colegas de la SIP, reacios a debatir con los delegados de Per贸n.
El venezolano observ贸 "... la actitud de la mayor铆a de la Asamblea, rechaz谩ndolos sin o铆rlos, violando nuevamente los estatutos para no reconocer sus credenciales, esquivando cobardemente la pol茅mica con quienes no ten铆an raz贸n, les sirvi贸 para aparecer frente a muchos con una raz贸n que no ten铆an... mientras se le dedicaba 80 o 90 por ciento de su contenido a relatar minuciosamente los atropellos cometidos por Per贸n contra la libertad de expresi贸n, se tend铆a un piadoso y c贸mplice manto sobre las dictaduras latinoamericanas".
En el informe que Otero Silva calific贸 de "tendencioso", aparece el tirano Somoza "... como un 谩ngel tutelar de la libertad de pensamiento; all铆 se ponen como arquetipos de la democracia al chileno Gonz谩lez Videla y a los dictadores bolivianos y, al llegar a Santo Domingo, el informe emplea el monstruoso eufemismo siguiente: 'Las condiciones no son propicias para la libertad de expresi贸n'... Daba verg眉enza ver en aquella asamblea de Montevideo a los esbirros intelectuales de Rafael Le贸nidas Trujillo bramando en la tribuna para decir que Per贸n era un tirano y que en su pa铆s, en cambio, se disfrutaba de una absoluta libertad de pensar."
Otra actitud de gallard铆a empresarial, recogida por Selser, es la renuncia presentada a la entidad en 1958 por uno de los ex presidentes de la SIP, el mexicano Miguel Lanz Duret (1909-59), director de El Universal, cuando supo que la SIP hab铆a solicitado su inscripci贸n como corporaci贸n, dando como sede la ciudad de Dover, condado de Kent (Delaware).
Lanz Duret aleg贸 que "... la SIP ir铆a a depender, a todos los efectos jur铆dicos y legales, de las leyes norteamericanas, desmintiendo as铆 su supuesta independencia y desvirtuando en los hechos la recomendable extraterritorialidad que le confer铆a, por ejemplo, una sede anual m贸vil, distinto de la norteamericana".
Pero la SIP experiment贸 la primera gran denuncia internacional el 23 de mayo de 1959, cuando en carta p煤blica al director de la revista Bohemia el Che Guevara calific贸 de "miserable g谩ngster" al encargado de la secci贸n internacional:
"Sucede -dijo el Che- que Jules Dubois, la United Fruit y otras compa帽铆as frut铆colas, mineras, ganaderas, telef贸nicas o el茅ctricas, explotadoras del pueblo en una palabra, han ordenado desatar la cl谩sica cortina de las mentiras asalariadas." Entonces, Dubois se puso en acci贸n.
II
Formateada por los "amos de la prensa" (voz acu帽ada por el legendario investigador estadunidense George Seldes, 1891-1995), la SIP lleva m谩s de medio siglo absolviendo, fiscalizando o condenando qu茅 debemos entender por noticia, informaci贸n, democracia y libertad de expresi贸n.
Luego del ruido y aprobaci贸n de la intervenci贸n yanqui en Guatemala (1954) y el derrocamiento de Per贸n un a帽o despu茅s, los diarios afiliados a la SIP cargaron contra la revoluci贸n cubana (1959). En octubre de 1961, por ejemplo, Washington decidi贸 que las relaciones del gobierno argentino con Cuba deb铆an reventarse.
Acatando la sugerencia, La Naci贸n de Buenos Aires public贸 la foto de Jules Dubois (presidente de la Comisi贸n de Libertad de Prensa de la SIP) exhibiendo unos misteriosos documentos sacados subrepticiamente "... de la embajada cubana en la Argentina". Arturo Frondizi (quien no era "de izquierda", pero s铆 presidente de un pa铆s soberano) protest贸 ante el secretario de Estado, Dean Rusk, y calific贸 la maniobra de "burda provocaci贸n".
Rega帽ado por Rusk, el agente Dubois acept贸 la legitimidad del infundio. La "茅tica informativa" de La Naci贸n qued贸 al desnudo. Cuarenta y cuatro a帽os despu茅s, el presidente N茅stor Kirchner manifest贸 en respuesta velada a las constantes presiones del vocero hist贸rico de la oligarqu铆a argentina: "No puede ser que quienes vengan a decir c贸mo funciona la libertad de prensa son aquellos que para imponer sus ideas mataron, asesinaron y secuestraron" (4/03/05).
Kirchner (quien tampoco es "de izquierda", pero s铆 gobernante de un pa铆s soberano) pas贸 a engrosar la n贸mina encabezada por los presidentes Fidel Castro, Hugo Ch谩vez y Evo Morales, quienes felizmente no entienden el concepto de "libertad de prensa" de la SIP.
Pero en d铆as pasados, cuando Kirchner cuestion贸 los infundios de Joaqu铆n Morales Sol谩 (nave insignia del periodismo canalla) cometi贸 un error de fechas. Para qu茅. Ba帽谩ndose en agua bendita, Morales Sol谩 redobl贸 sus ataques y escribi贸: "Kirchner entiende s贸lo dos clases de periodismo: uno es el incondicional a 茅l, por las razones que fueren, y el resto pertenece a una oposici贸n que debe desaparecer" (La Naci贸n, 1/10/06). C铆nicamente, Morales Sol谩 asoci贸 al gobernante con el nazi Goebbels y sugiri贸 a sus lectores que "en las hemerotecas" consulten si hab铆a escrito tal o cual cosa en la fecha dada por el presidente. Ten铆a raz贸n: 驴qu茅 tipo de asesores en comunicaci贸n tiene Kirchner? De lo contrario, hubiesen dado con los desmesurados elogios de Morales Sol谩 al general torturador y genocida Antonio D. Bussi, jefe de la quinta brigada del ej茅rcito en la provincia de Tucum谩n (La Gaceta de Tucum谩n, 8/6/76).
Otro cap铆tulo del terrorismo informativo de la SIP tuvo lugar antes, durante y despu茅s del gobierno de la Unidad Popular en Chile. Seg煤n investigaciones del Senado de Estados Unidos, el llamado Comit茅 de los 40 autoriz贸 a la CIA a una operaci贸n secreta de propaganda el 14 de septiembre de 1970. Menos de una semana despu茅s, la SIP emiti贸 en Washington un comunicado que denunciaba las amenazas a la "libertad de prensa" en Chile "... por los comunistas y sus aliados marxistas". 驴Vocero criollo? El inefable diario El Mercurio, dirigido por Agust铆n Edwards, uno de los invitados de honor a la 62 Conferencia de la SIP que acaba de sesionar en M茅xico.
En 1970, Edwards lleg贸 a Washington para buscar el apoyo de Estados Unidos para un plan destinado a impedir la elecci贸n de Salvador Allende. El 15 de septiembre, un d铆a despu茅s de que el Comit茅 de los 40 dio su aprobaci贸n para la campa帽a antiallendista, Edwards se reuni贸 con Richard M. Helms, director de la CIA.
El 22 de septiembre, El Mercurio public贸 un editorial en el que sosten铆a que "la supervivencia de los derechos individuales era la cuesti贸n m谩s importante que deb铆a decidir el pueblo chileno". Seg煤n el informe del Senado, los agentes de la CIA entre el personal del peri贸dico "... le permitieron a la oficina generar m谩s de un editorial diario, de acuerdo con los lineamientos fijados por la agencia". Dos d铆as despu茅s, la agencia espa帽ola de noticias Efe en Santiago envi贸 una nota a toda Am茅rica Latina, en la que informaba de la manifestaci贸n antiallendista de un grupo "... en constante crecimiento": el grupo fascista Patria y Libertad, financiado por la CIA. Con base en el informe del Senado, el articulista Walter Pincus, del Washington Post, asegur贸 que Efe recib铆a un subsidio de la CIA para sus operaciones en Am茅rica Latina: 18 periodistas chilenos bajo control directo de la CIA, en puestos administrativos importantes en los medios informativos.
Por otro lado, la CIA creaba la agencia Latin establecida, te贸ricamente, por "13 peri贸dicos latinoamericanos de la SIP". Latin contrat贸 a Reuters, agencia de noticias brit谩nica, para que administrara la operaci贸n. La CIA quer铆a tener un competidor latinoamericano para la agencia cubana Prensa Latina. Seg煤n el informe del Senado, Latin transmiti贸 726 art铆culos, editoriales y notas del tipo "submarinos sovi茅ticos frente a las costas de Chile".
III
Ya no hay "submarinos sovi茅ticos frente a las costas de Chile" (como los honorables diarios de la SIP "informaban" en los a帽os de 1960 y 1970), ni en Mosc煤 los comunistas desayunan ni帽os importados de Guatemala (como en los de 1940 y 1950).
Declaraciones como la de Chapultepec sobre "libertad de expresi贸n" no permiten tales infundios. Suscrita por la SIP en 1994 y ratificada en su 62 Asamblea Anual que sesion贸 la semana pasada en M茅xico, la declaraci贸n abunda en principios como el numeral 9, que dice: "la credibilidad de la prensa est谩 ligada al compromiso con la verdad, a la b煤squeda de precisi贸n, imparcialidad y equidad, con una clara diferenciaci贸n entre los mensajes period铆sticos y comerciales".
Fiel a la causa, El Mercurio de Santiago public贸 entonces un extenso documento acerca de la "alianza militar Ch谩vez-Evo" (Morales). El diario nos entera de que "... Venezuela y Bolivia firmaron un amplio y ambiguo acuerdo para construir m谩s de 20 bases militares en la frontera que Bolivia comparte con cinco pa铆ses, entre ellos, Chile" (8/10/06).
Esta vez el matutino omiti贸 referirse a la presencia de submarinos venezolanos frente a las costas de Bolivia, pa铆s que no tiene mar... 驴verdad? Sin embargo, los sagaces reporteros mercurianos apuntaron que un "experto en inteligencia" les habr铆a informado acerca de la "... inestable situaci贸n en Bolivia y, obviamente, Ch谩vez quiere asegurarse de que Morales se mantenga en el poder".
Ni corto ni perezoso, el Grupo de Diarios de Las Am茅ricas (GDA, Miami, 1994) de la SIP volanteaba simult谩neamente un art铆culo intitulado "Crisis y desuni贸n en Bolivia". 驴Presiones al gobierno de Chile para que retire su eventual apoyo al ingreso de Venezuela al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas? El vol谩til, clasista y lib茅rrimo concepto de "libertad" de la SIP resulta tan amplio que se ajusta al pre谩mbulo de la Declaraci贸n de Chapultepec: "la libertad es una" y, a la vez, "m煤ltiple".
En octubre de 2003, por ejemplo, la consejera de seguridad nacional Condoleezza Rice ordenaba, v铆a teleconferencia a la Asamblea General de la SIP, apoyar al gobierno constitucional de Gonzalo S谩nchez de Losada, cuya dimisi贸n ped铆an los bolivianos tras el asesinato de m谩s de 80 personas por la represi贸n policial.
Asimismo, en marzo de 2005 el uruguayo Danilo Arbilla (ex presidente de la SIP) acus贸 al gobierno argentino de "manejar la publicidad de manera selectiva". 驴Le suger铆a proceder como el gobierno de Chile, otorgando 77 por ciento de la publicidad oficial a El Mercurio y otros medios del grupo COPESA?
Arbilla dijo que Kirchner trataba "con desprecio al periodismo". 驴Amnesia? Coautor del decreto que en junio de 1973 prohibi贸 en Uruguay la divulgaci贸n de todo tipo de informaci贸n "... que pueda perturbar la tranquilidad y el orden p煤blico" (sic), Arbilla se luci贸 como jefe de prensa del presidente golpista Juan Mar铆a Bordaberry: cerr贸 173 medios de comunicaci贸n, decomis贸 la revista El Correo de la UNESCO y silenci贸 el brutal asesinato de Julio Castro, director de Marcha.
En la p谩gina Web de la SIP figura una l铆rica introducci贸n al "Banco de datos de leyes de la prensa" firmada por Arbilla. El testaferro cita a John Locke y remata con una frase de James Madison: "Es el pueblo el que puede censurar y jam谩s el gobierno censurar al pueblo". Arbilla concluye: "Y efectivamente es as铆: d贸nde se ha visto que los mandatarios puedan censurar a sus mandantes".
La SIP asegura estar contra las "acciones penales contra periodistas que al informar ponen al descubierto actos de corrupci贸n", como dijo un par de a帽os atr谩s el argentino Ricardo E. Trotti (otro de sus ejecutivos) en el Tecnol贸gico de Monterrey. Bien. Pero omiti贸 el caso del magnate Ram贸n B谩ez, de Rep煤blica Dominicana, due帽o de los cuatro diarios principales, 70 estaciones de radio y tres de televisi贸n, y acusado de defraudaci贸n a instituciones crediticias por un total de 2 mil 800 millones de d贸lares.
Dios los cr铆a... y el terrorista medi谩tico Carlos Alberto Montaner los justifica. Aunque en ocasiones, los due帽os de la SIP deben abofetear a Montaner para que en sus conferencias modere su servilismo con los gobiernos de Washington y una venalidad que ni las "cluster bombs" que destruyen bunkers bajo tierra puede remediar.
Pero a la SIP le encanta la "茅tica" de los Montaner y los periodistas "independientes" que con fondos federales de Estados Unidos defienden la "libertad" en Cuba. Y, junto a ellos, el decadente olimpo de contratistas intelectuales que al decir del analista Hugo Pressman consienten en ser violados en el supuesto de que "... as铆 mejora la sexualidad y autoestima de la v铆ctima".
En el decenio de 1970 la UNESCO impuls贸 el derecho de los pueblos a la informaci贸n. Sofocado por el poder medi谩tico global, el debate fue congelado. Hoy, la Comisi贸n de Derechos Humanos de la ONU estudia el impulso jur铆dico de un nuevo derecho: el derecho a la verdad. Un ideal totalmente ajeno a la SIP, cuyo prop贸sito, como hemos visto, consiste en preguntar a sus amos qu茅 debe informar.

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脥帽igo Ongay de Felipe



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MensajePublicado: Mar Nov 14, 2006 12:30 pm    T韙ulo del mensaje: Responder citando

Estimados Contertulios:

Como todo el mundo sabe , el pr贸ximo 3 de diciembre de 2006, celebrar谩 la Rep煤blica Bolivariana de Venezuela unas elecciones presidenciales en las que, seg煤n todos los indicios, resultar谩 elegido como presidente de este pa铆s sudamericano el candidato del Movimiento V Rep煤blica, Hugo Ch谩vez Fr铆as. Pues bien, acerca de la "cobertura" que sobre este asunto est谩 ofreciendo, en Espa帽a, a sus lectores un cierto diario "independiente de la ma帽ana" y de la forma en la que este diario y en general el grupo PRISA ha venido dedic谩ndose a forjar "apariencias falaces de ausencia" a mayor gloria de los herederos de pol铆ticos socialdem贸cratas como puedan serlo Carlos Andr茅s P茅rez, etc; valga este texto de Alberto Montero Soler, economista de la Universidad de M谩laga, que reproduc铆a Rebelion.org


Cita:
Venezuela y el 鈥渆quilibrio鈥 informativo: lo que no van a contarle ni antes ni despu茅s de las elecciones presidenciales.


Alberto Montero Soler
Rebeli贸n
A menos de un mes vista para que tengan lugar las elecciones presidenciales en Venezuela, el peri贸dico El Pa铆s, como no pod铆a ser de otra forma, ha comenzado su ofensiva medi谩tica contra el presidente Ch谩vez mediante un amplio reportaje el domingo cinco de noviembre bajo el titular "La naci贸n partida de Ch谩vez".

En esta ocasi贸n concreta -ya veremos en las pr贸ximas aunque imagino que no se distanciar谩n mucho en el tono y en las formas de a la que hoy me refiero-, el ataque pasa por intentar transmitir una imagen autoritaria de Ch谩vez por diferentes v铆as: una, a partir de las declaraciones de alguno de sus adversarios pol铆ticos, concretamente, del socialdem贸crata Teodoro Petkoff quien opina que Venezuela vive 鈥渆n un r茅gimen autoritario y personalista鈥; otra, cuestionando algunas de sus formas de actuar como el que trabaje hasta altas horas de la madrugada 鈥揷omo si eso fuera producto del capricho-o que pueda llamar a cualquiera de sus ministros a horas intempestivas; una m谩s, preguntando a su vicepresidente, Jos茅 Vicente Rangel, si cabe la posibilidad de disentir de sus opiniones o, incluso, de advertirle sobre sus errores; y una 煤ltima, identificando un r茅gimen profundamente presidencialista con el despotismo y trasladando la pregunta al autor de una biograf铆a sobre Ch谩vez, Alberto Barrera Tyszka, publicada por la editorial Debate, editorial que pertenece al mismo grupo que El Nacional, peri贸dico de marcada tendencia antichavista y abierto defensor del golpe de estado del 12 de abril de 2002.

Para tratar de disimular el tono del discurso, pero con la intenci贸n de reforzar la imagen de que Venezuela es un pa铆s escindido en dos desde que Ch谩vez gobierna, las cr铆ticas anteriores se modulan mediante referencias indirectas al apoyo que la mayor parte de la poblaci贸n presta a su Presidente. Si bien, en este caso, las opiniones recogidas 鈥搈谩s all谩 de la de Rangel- no superan la barrera del anonimato y se identifican con t茅rminos como 鈥渋rracional鈥 o 鈥渉isteria鈥.


El equilibrio desequilibrado.

Esa din谩mica de tratar de ofrecer una imagen de equilibrio informativo cuando los argumentos que se sit煤an en ambos fieles de la balanza son, a veces, de muy diferente peso y, otras, no mantienen ning煤n tipo de conexi贸n entre s铆 est谩 presente a lo largo de todo el art铆culo. Cualquier elemento positivo resaltado en el discurso a favor de la gesti贸n de Ch谩vez es inmediatamente contrarrestado con opiniones en sentido contrario que se pretenden de mayor magnitud.

Y, as铆, cuando se habla en el texto de los efectos tan beneficiosos que han tenido los programas sociales denominados 鈥淢isiones鈥 sobre la poblaci贸n m谩s pobre, enseguida se matizan diciendo que 鈥渢odos esos programas tienen un reverso tenebroso que los antichavistas llevan tiempo denunciando鈥 y se recurre de nuevo a Petkoff que no duda en afirmar que 鈥渓as misiones s贸lo llegan a quienes son amigos de la causa y se han convertido en nidos de corrupci贸n y despilfarro鈥.

Parece como si 茅l no supiera que cualquier persona puede beneficiarse de los precios m谩s reducidos de los productos de la canasta b谩sica que se venden en Mercal; o de la asistencia de los m茅dicos cubanos de la misi贸n 鈥淏arrio Adentro鈥; o de las tres comidas al d铆a que los ni帽os reciben en las escuelas bolivarianas y que han permitido una reducci贸n dr谩stica del absentismo escolar.

Pero, a煤n as铆, habr铆a que advertirle a Teodoro Petkoff que esos programas no estaban pensados para sus hijos -si es que los tuviere, que no lo s茅- ni para los hijos de todas las familias de la oligarqu铆a y la alta burgues铆a venezolana. Estos ni帽os, como sus familias, afortunadamente ya tienen esas necesidades m谩s que cubiertas, si no en Venezuela fuera de ella.

Resulta absurdo atacar un programa social porque llega precisamente a sus destinatarios; a quienes lo necesitan; a quienes no sab铆an leer; a quienes no gozaban de asistencia m茅dica b谩sica; a quienes no pod铆an enviar a sus hijos al colegio porque 茅stos ten铆an que contribuir, trabajando o mendigando, a la econom铆a familiar y a su propia subsistencia; a quienes no ve铆an por problemas oftalmol贸gicos perfectamente subsanables. En definitiva, resulta absurdo criticarlo porque llega a los desheredados de Venezuela.

Pero vayamos con otro ejemplo igual de significativo del peculiar concepto de equilibrio informativo que tienen en El Pa铆s.

As铆, el autor del art铆culo hace referencia a una de las pr谩cticas sancionadoras cotidianas del Seniat (la agencia encargada de la recaudaci贸n impositiva): clausurar durante varios d铆as los establecimientos que no tienen en orden el pago de sus impuestos o violan derechos laborales o sociales de sus trabajadores. Esta pr谩ctica debemos entender que le resulta acertada y para ello recurre a las declaraciones de Vicente Le贸n, director de la agencia Datan谩lisis, y a su afirmaci贸n de que 鈥渆sa parte del Ministerio de Finanzas est谩 funcionando muy bien; est谩 a cargo de un chavista moderno que trabajo con eficacia鈥.

Pero, claro est谩, esa concesi贸n al chavismo deb铆a parecerle excesiva e, inmediatamente, pasa a matizarla afirmando que 鈥渆l reverso de la moneda es que la ciudad est谩 inundada de comercios ambulantes, ilegales, que no pagan impuestos y que funcionan como un Estado paralelo al oficial鈥 (sic).

El autor del art铆culo, Francisco Peregil, demuestra, en este caso, su ignorancia supina con respecto al origen y la proliferaci贸n del empleo informal en Venezuela y pasa atribu铆rsela al excesivo celo que demuestra la agencia tributaria venezolana en el cumplimiento de su funci贸n. Por no hablar de eso que 茅l llama un 鈥淓stado paralelo al oficial鈥, 驴a qu茅 se estar谩 refiriendo con esa expresi贸n?

Peregil deber铆a saber que el aumento en el empleo en el sector informal en Venezuela se produjo como consecuencia de la aplicaci贸n de pol铆ticas neoliberales 鈥揺ntre otros por un ministro llamado Teodoro Petkoff- durante las d茅cadas de los 80 y los 90. De hecho, el 70% de los puestos de trabajo creados de 1990 a 1998, antes de que llegara Ch谩vez a la Presidencia, lo fueron en el sector informal. Es m谩s, en 1980 hab铆a 1,85 millones de trabajadores en el sector informal y en 2000, el n煤mero ya se hab铆a elevado a 4,7 millones.

Pero, claro, Peregil de esto parece no saber demasiado o, puestos a pensar mal, s铆 que lo sabe pero prefiere decir que el empleo informal lo creo Ch谩vez鈥 脡l sabr谩 por qu茅.

Pues bien, estos son dos ejemplos de lo que El Pa铆s, 鈥淒iario independiente de la ma帽ana鈥, y todos los que no se definen tan pretenciosamente como 茅l pero son iguales de tendenciosos en sus informaciones sobre Venezuela, entienden por equilibrio informativo: una de cal y diez de arena鈥


Lo que no van a contarle.

M谩s all谩 de presentarles una informaci贸n que se presume equilibrada pero que se encuentra manifiestamente escorada a favor de los intereses econ贸micos y pol铆ticos del grupo empresarial al que pertenezca el peri贸dico en cuesti贸n 鈥搒ingularmente evidentes en el caso del grupo PRISA-, la otra v铆a por la que estos medios ofrecen a sus lectores una imagen distorsionada de Venezuela es la de ocultar a sus lectores cualquier noticia que pudiera reflejar una imagen positiva del proceso de transformaci贸n social que all铆 est谩 teniendo lugar.

De hecho, durante las 煤ltimas semanas se han producido varias de esas noticias positivas que han sido silenciadas; cosa que, evidentemente, no hubiera ocurrido de haberse podido utilizar contra el proceso bolivariano.

Por un lado, hay que destacar que el Instituto Nacional de Estad铆stica de Venezuela hizo p煤blicos hace unas semanas los 煤ltimos datos sobre la pobreza en aquel pa铆s y en donde se pon铆a de manifiesto una significativa reducci贸n de la misma.

As铆, el aumento que experiment贸 tanto el n煤mero de personas como de hogares pobres tras el periodo de inestabilidad pol铆tica y econ贸mica a que fue sometido el pa铆s a lo largo de 2002 y 2003 parece que ha llegado a su fin y la tendencia que muestran los datos es manifiestamente positiva.

En este sentido, y como consecuencia de los efectos del golpe de Estado, del paro petrolero y de la huelga empresarial, los porcentajes de hogares que viv铆an en situaci贸n de pobreza y de pobreza extrema en el primer trimestre de 2001, antes de todos esos acontecimientos, pasaron del 39% y el 14%, respectivamente, al 55,1% y 25% a finales de 煤ltimo semestre de 2003.

Esa escalada de la pobreza, producto de la criminal campa帽a de desestabilizaci贸n contra el gobierno venezolano, no s贸lo ha sido superada sino que, adem谩s, est谩 siendo revertida: los 煤ltimos datos de fines del primer semestre de 2006 indican que esos porcentajes han vuelto a reducirse hasta el 33,9% y el 10,6%, respectivamente.

Unos porcentajes que, por otra parte, son sensiblemente inferiores a los que se encontr贸 Ch谩vez cuando alcanz贸 la Presidencia: 42,8% de hogares pobres y 16% de hogares en extrema pobreza en el primer semestre de 1999.

Todo esto indica que, desde 2004 y una vez retomada la senda del crecimiento econ贸mico quebrada tras los referidos episodios, el esfuerzo por mejorar las condiciones de vida de las personas m谩s desfavorecidas se ha acentuado y los resultados son expresivos de un 茅xito que dif铆cilmente puede cuestion谩rsele al gobierno de Ch谩vez.

Id茅nticas tendencias y 茅xitos se observan para el caso de las personas que viven en situaci贸n de pobreza o de pobreza extrema. Si cuando Hugo Ch谩vez lleg贸 al poder hab铆a en Venezuela un 55,4% de personas pobres, de las cuales un 24,7% viv铆a en condiciones de extrema pobreza, los acontecimientos se帽alados elevaron esos porcentajes hasta el 62,1% y el 30,2%, respectivamente.

Sin embargo, en la actualidad, el porcentaje de personas pobres es del 39,7%, siendo especialmente significativo que el porcentaje correspondiente a las personas en situaci贸n de extrema pobreza haya ca铆do hasta casi la mitad del existente al inicio del mandato, el 12,9%.

Quiere decirse con ello que durante todo el mandato de este gobierno, y frente a la idea que tan tradicional como falazmente suelen transmitir los medios de comunicaci贸n masiva, la pobreza no s贸lo ha sido combatida en Venezuela sino que tambi茅n empiezan a manifestarse esperanzadores indicios de que podr谩 ser derrotada en un futuro no muy lejano. Expectativas tanto m谩s robustas cuanto m谩s elevado se mantenga el precio de los hidrocarburos y, sobre todo, la voluntad del gobierno de redistribuir las rentas del petr贸leo a los m谩s necesitados.

Pero, si sobre la reducci贸n de la pobreza en Venezuela dif铆cilmente habr谩 recibido alg煤n tipo de informaci贸n tampoco se asombre si no ha visto publicado en ning煤n lugar que hasta el Fondo Monetario Internacional ha reconocido en un informe que Venezuela ha aumentado el nivel de empleo en 2005 y la primera mitad de 2006, reduci茅ndose la tasa de desempleo formal casi a la mitad desde 2003.

De esta forma, la tasa de desocupaci贸n se encuentra en estos momentos en Venezuela en el 9,5%, habi茅ndose reducido desde principios de a帽o en un 3,4 % y desde el inicio del mandato de Ch谩vez en un 7,1%.

Por otro lado, si tomamos como referencia los porcentajes de poblaci贸n ocupada en los sectores formales e informales de la econom铆a, los datos nuevamente vuelven a ser favorables a la gesti贸n del actual gobierno.

En este momento, la tendencia muestra claramente un progresivo incremento del porcentaje de trabajadores ocupados en el sector formal de la econom铆a (un 54,8%) frente al que lo est谩 en el sector informal (45,2%). Esta tendencia positiva viene registr谩ndose desde el a帽o 2003 y, en conjunto, hay que destacar una ca铆da del 7,2% en el empleo informal a lo largo del periodo 1999-2006 seg煤n datos del Ministerio de Trabajo venezolano.

Y, finalmente, tampoco se asombre si a lo largo de los pr贸ximos d铆as a usted nadie le informa de que el 煤ltimo Informe sobre el Desarrollo Humando del PNUD, de muy reciente publicaci贸n, muestra que Venezuela ha mejorado tres posiciones en la ordenaci贸n de pa铆ses que elabora el PNUD en funci贸n del valor del 脥ndice de Desarrollo Humano y ocupa, en estos momentos, el puesto 72 a nivel mundial.

Adem谩s, esa mejora es especialmente significativa si se tiene en cuenta que el 脥ndice de este a帽o se ha elaborado con datos de 2004, a帽o en el que se dejaban sentir a煤n los efectos de la grave crisis pol铆tica y econ贸mica a la que hab铆a sido empujado el pa铆s con la intenci贸n de expulsar a Ch谩vez del poder.


La ley del silencio.

De nada de lo anterior tendr谩 usted noticia ni antes ni despu茅s de las elecciones presidenciales porque nada de lo positivo que est谩 ocurriendo en Venezuela es objeto de atenci贸n y espacio en los medios de comunicaci贸n.

驴Se imaginan qu茅 hubiera ocurrido si a un mes vista de las elecciones hubiera aumentado el desempleo o la pobreza en Venezuela? 驴Sospechan qu茅 hubiera pasado si el 脥ndice de Desarrollo Humano del PNUD hubiera empeorado a menos de un mes de las elecciones? 驴Intuyen cu谩l hubiera sido la reacci贸n de esos medios de comunicaci贸n?

Nada de esto 煤ltimo ha ocurrido y s铆 lo contrario. Sin embargo, de nada de ello se nos ha informado a pesar de que tenemos tanto derecho a saber lo que est谩 mal como lo que va bien en un pa铆s de cara a formar nuestro propio juicio sobre el mismo. Con este comportamiento, los grandes grupos de comunicaci贸n sacrifican nuestro derecho a una informaci贸n veraz en aras de sus intereses y al amparo de la sacrosanta libertad de empresa desde la que tan confortablemente tratan de controlar nuestras conciencias.

En cualquier caso, algo s铆 nos queda claro. Es tiempo de elecciones en Venezuela y parece que el previsible vencedor no es del gusto de los poderosos. As铆 que, utilizando el m谩s antiguo de los principios mafiosos, la ley del silencio, callan sobre lo que no les interesa difundir no vaya a ser que a alguien le d茅 por pensar que Ch谩vez lo est谩 haciendo bien en Venezuela.


Alberto Montero Soler (amontero@uma.es) es profesor de Econom铆a Aplicada de la Universidad de M谩laga y colaborador habitual de Rebeli贸n.





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脥帽igo Ongay de Felipe



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MensajePublicado: Mie Nov 15, 2006 12:26 pm    T韙ulo del mensaje: Responder citando

Y d铆gase lo mismo, de la entrevista hagiogr谩fica que El Pa铆s dedicaba al Sr Manuel Rosales, candidato a las elecciones presidenciales de diciembre de 2006. As铆 analiza este asunto Pascual Serrano:


Cita:
Una ayudita de El Pa铆s a un candidato opositor a Ch谩vez


Pascual Serrano
Rebeli贸n
El pasado lunes 13 de noviembre, el diario El Pa铆s publica una amplia entrevista a Luis Rosales, uno de los candidatos opositores a Ch谩vez para las pr贸ximas elecciones presidenciales el pr贸ximo 3 de diciembre (1).

Como el candidato no es muy brillante, hay que echarle una manita y el enviado especial, Francisco Peregil, debe dedicar un tercio del espacio a sus comentarios en la entradilla antes de comenzar con las preguntas. Hagamos un repaso a los cuatro p谩rrafos previos, y desvelemos los elementos de manipulaci贸n y tergiversaci贸n. A continuaci贸n el texto 铆ntegro de la introducci贸n a la entrevista en cursiva, la tipograf铆a normal y en color rojo insertada son mis comentarios:
Manuel Rosales es la culminaci贸n del esfuerzo de miles de personas por dejar a un lado sus diferencias鈥

Todos los candidatos electorales son la culminaci贸n de miles de personas por dejar a un lado sus diferencias

鈥lvidar los peque帽os y grandes errores cometidos y luchar para vencer a Hugo Ch谩vez en las elecciones del pr贸ximo 3 de diciembre. Con el fallido golpe de Estado que parte de la derecha venezolana organiz贸 en abril de 2002 contra el presidente Hugo Ch谩vez, los partidos tradicionales de la oposici贸n quedaron m谩s desprestigiados que nunca

Se olvid贸 el enviado de El Pa铆s en citar que Manuel Rosales es parte de esa derecha que particip贸 en el golpe.

Muchos de sus l铆deres se exiliaron en Colombia y Miami (EE UU)

No se exilian, se fugan de la Justicia, el exilio es la huida del pa铆s por sufrir persecuci贸n debido a sus ideas.

Apenas un semestre despu茅s, la oposici贸n convoc贸 una huelga general para provocar la dimisi贸n de Ch谩vez. Durante nueve semanas, que abarcaron todas las navidades de 2002, las tiendas y las gasolineras quedaron desabastecidas.

Aquello no fue una huelga, por huelga se entiende "toda perturbaci贸n producida en el proceso productivo. Principalmente, la cesaci贸n temporal del trabajo, acordado por los trabajadores, para la defensa y promoci贸n de un objetivo laboral o socioecon贸mico". Lo que sucedi贸 estaba planteado por la patronal Fedec谩maras, los altos gerentes de la empresa p煤blica petrolera PDVSA y no planteaba ninguna reivindicaci贸n laboral, solo la demisi贸n del presidente.

Pero Hugo Ch谩vez aguant贸 el golpe. No s贸lo no dimiti贸 sino que despidi贸 a 17.000 empleados de la empresa petrolera estatal.

Es que los presidentes democr谩ticos no dimiten cuando sufren cr铆ticas o intentos de derrocarlos una huelga, pueden cambiar sus decisiones pol铆ticas, pero no dimitir

Los despidos cumplieron la legislaci贸n vigente en cuanto que se trataba en su mayor铆a de gerentes y directivos que directamente abandonaron sus puestos de trabajo, sabotearon los programas inform谩ticos y produjeron unas p茅rdidas para el pa铆s de entre cuatro mil y diez mil millones de d贸lares. 驴Qu茅 suceder铆a en Espa帽a si la direcci贸n de RENFE o cualquier otra empresa p煤blica dejaran de aparecer por sus trabajos durante dos meses y paralizaran su producci贸n reivindicando el cese del presidente espa帽ol? Recordemos que todos los medios de comunicaci贸n ped铆an la cabeza de los trabajadores de Iberia del aeropuerto de Barcelona s贸lo porque hicieron una huelga un d铆a en defensa de sus puestos de trabajo.

La oposici贸n se hab铆a desgastado en el empe帽o, pero no se dio por vencida. En agosto de 2003 recaud贸 m谩s de tres millones de firmas pidiendo un refer茅ndum para destituir a Ch谩vez. Y en agosto de 2004, Ch谩vez gan贸 el refer茅ndum. La oposici贸n qued贸 abatida, descompuesta. Pero boicote贸 las parlamentarias de 2005 y entonces logr贸 un 74% de abstenci贸n.

No logr贸 la oposici贸n un 74 % de abstenci贸n, ya hab铆a un sesenta cuando la oposici贸n votaba, de hecho en esas elecciones la participaci贸n fue superior a la registrada en las regionales de octubre de 2004 y en las municipales de agosto de 2005, cuando la oposici贸n no llam贸 a la abstenci贸n.

Ahora, casi ocho a帽os despu茅s de que Ch谩vez llegara al poder, tres personas unidas por sus ganas de desbancarle aglutinaron en torno a ellas a una treintena de peque帽os partidos. Son Teodoro Petkoff, ide贸logo izquierdista, Julio Borges, l铆der de Primero Justicia, peque帽o partido de centro-derecha, y Manuel Rosales, dos veces alcalde de Maracaibo -segunda ciudad del pa铆s- y gobernador del Estado de Zulia, el m谩s rico y poblado del pa铆s. En agosto, Rosales qued贸 designado como el candidato de la gran coalici贸n para derrotar a Ch谩vez.

No es ninguna gran coalici贸n, es otro de los diecisiete candidatos que disputan la presidencia a Ch谩vez

Rosales, igual que el presidente, es hijo de maestro de escuela y 茅l mismo fue docente durante varios a帽os. Tiene 52 a帽os, esposa y nueve hijos. Es el l铆der del partido regionalista Un Nuevo Tiempo, desde que en 1995 abandonase la socialdem贸crata Acci贸n Democr谩tica.

Hasta en la edad faltan a la verdad, naci贸 en diciembre de 1952, por tanto cumplir谩 54 a帽os el pr贸ximo mes de diciembre. Aunque en el curr铆culum difundido por 茅l mismo se afirma que fue docente en el municipio Col贸n del Estado Zulia, no acab贸 estudios de magisterio, abandon贸 sin terminar la carrera de Derecho y la de Administraci贸n.



En conclusi贸n, no basta con darle la palabra a los opositores a Ch谩vez, hay que darles un empujoncito medi谩tico antes de la entrevista por si sus declaraciones no resultan convincentes.

(1) http://www.elpais.es/articulo/internacional/Chavez/titere/Fidel/Castro/elpporint/20061113elpepiint_14/Tes/



Texto relacionado:

Venezuela y el 鈥渆quilibrio鈥 informativo: lo que no van a contarle ni antes ni despu茅s de las elecciones presidenciales.

Alberto Montero Soler





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