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La futura independencia de Kosovo

 
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Santiago Armesilla Conde



Registrado: 09 Oct 2006
Mensajes: 350
Ubicación: Madrid

MensajePublicado: Lun Feb 19, 2007 10:58 pm    Título del mensaje: La futura independencia de Kosovo Responder citando

Interesante análisis de la situación que he encontrado en la red:

Cita:
Kosovo y la cuarta guerra mundial
Permalink 19.02.07 @ 21:59:21. Archivado en La Cuarta Guerra Mundial

Con la independencia de Kosovo culminaría el proceso de balcanización emprendido hace quince años sobre las ruinas de la Yugoslavia comunista. También concluiría definitivamente el último capitulo de la Guerra Fría, en la que no fue la URSS la única derrotada (Yugoslavia, aunque no integrada en el Pacto de Varsovia, sufrió trágicamente, como país situado en una tierra de nadie entre ambos bloques, la desaparición del equilibrio del terror). Pero la consecuencia más grave de una eventual independencia sería el reconocimiento fáctico del derecho de autodeterminación en Europa. Sobra decir que la independencia de Kosovo intensificaría las reclamaciones de los nacionalismos irredentistas en otras partes del continente, léase España.

En los rescoldos de la Guerra Fría o tercera guerra mundial se alimenta la cuarta guerra mundial actual en ciernes. Los Balcanes son uno de sus puntos de engarce más claros. Kosovo antesdeayer era zona de influencia soviética, ayer tapón entre ella y la zona dominada por EEUU, y hoy lugar disputado entre Occidente y el Islamismo Yihadista que ha declarado y ejerce en la medida de sus fuerzas una nueva guerra mundial.

Mira Milosevich ha publicado en ABC, 15 de febrero de 2007, un artículo en el que analiza las consecuencias que la desintegración pre4 meditada y alevosa de los Balcabnes durante los años sesenta podrían tener en el futuro.

Michael Ignatieff ha llamado la atención sobre los riesgos de convertir los derechos humanos en base de una política. A este respecto, cabe recordar que el derecho de autodeterminación no es un concepto nuevo. Fue parte esencial del plan pacificador de Woodrow Wilson que legitimó la destrucción de los imperios centrales y la aparición de nuevos Estados nacionales tras la Gran Guerra, creando de paso los desequilibrios que llevarían a la Segunda Guerra Mundial. El derecho de autodeterminación que reclaman los albaneses deriva de la misma lógica y extrae su pertinencia histórica de la desintegración de la Yugoslavia comunista.

Sin embargo, hay una diferencia notable entre los planes de Wilson y Ahtisari. El primero asumía la realidad de los conflictos étnicos y de las identidades colectivas. El plan Ahtisari interpreta el derecho de autodeterminación, de modo paradójico, a partir de los derechos humanos. La paradoja estriba en que los derechos humanos atañen a los individuos y no a los pueblos. El conflicto entre serbios y albaneses por un territorio que ambos pueblos consideran el meollo de su identidad nacional ha sido interpretado desde Occidente como flagrante violación de los derechos humanos de los albaneses por parte de los serbios, a pesar de que en la pasada guerra de Kosovo y en todas las guerras anteriores de la región a lo largo del siglo XX (las guerras balcánicas de 1912 y la de 1913 y las dos contiendas mundiales) unos y otros, serbios y albaneses, mostraron por igual su voluntad de dirimir sus diferencias por las armas.

El ex presidente de Finlandia Marti Ahtisari, comisionado especial de la ONU para Kosovo, presentó el 24 de enero su propuesta sobre la región al Grupo de Contacto (EEUU, Rusia, Francia, Alemania, Italia), y, el día siguiente, al Consejo Europeo. Posteriormente, el 2 de febrero, el documento fue sometido a la consideración de las partes implicadas en el contencioso, las autoridades serbias y los independentistas kosovares. El Plan Ahtisari no es fruto de una transacción entre los serbios y los albaneses, cuyas negociaciones llevan estancadas más de medio año a causa del atrincheramiento de sus delegaciones respectivas en posiciones maximalistas: los serbios lo aceptarían todo excepto la independencia de la región; los albaneses, no se conformarían con menos de un Estado kosovar plenamente soberano. Ahtisari ha cumplido con la tarea que se le encargó y su propuesta representa la primera fase de un proceso que debería concluir, según la ONU, en el verano de 2007.

El Plan Ahtisari no contiene la palabra “independenciaâ€, pero los poderes institucionales, jurídicos y legislativos que se otorgan a los albaneses equivalen a competencias estatales. Respecto a los serbios de Kosovo, se admite el establecimiento de vínculos estrechos con Belgrado, lo que supone la gestión descentralizada de los municipios donde sean población mayoritaria, su financiación por Serbia, la autonomía de la Universidad de Sremska Mitrovica y la protección de su patrimonio cultural e histórico. Las delegaciones serbia y albanesa deben comenzar una nueva ronda de negociaciones el próximo 21 de febrero, en Viena, basándose ahora en el documento de Ahtisari. El finlandés ha declarado que su Plan asume “la necesidad de encontrar un compromiso que refleje la realidad de Kosovoâ€. Pero, ¿cuál es la realidad a que se refiere Ahtisari? Pues la que corresponde a los deseos y expectativas de la comunidad internacional.

La Resolución 1244 de la ONU, adoptada a raíz del bombardeo de Yugoslavia por la OTAN, define el estatuto de Kosovo como una “autonomía sustancial y un alto nivel de autogobierno para el pueblo albanésâ€, lo que supone respeto absoluto a la soberanía e integridad del territorio de Serbia. ¿Qué es lo que ha cambiado desde 1999 para que la “autonomía sustancial†se convierta en independencia? Ahtisari, como la mayoría de los políticos occidentales, considera que Kosovo ya es independiente de Serbia, toda vez que la región se halla bajo el control exclusivo de la comunidad internacional.

Esta situación implica la presencia de 17.000 soldados de la OTAN en la zona, la inversión de millones de euros en la administración de la misma y cierta innegable responsabilidad en el auge del narcotráfico, la prostitución y la exportación de redes mafiosas a Europa (incluida España). Puede que los representantes de la comunidad internacional se hayan dado cuenta, sobre el terreno, de que no les va a sobrar paciencia ni dinero para articular una autonomía sustancial de Kosovo, pero es evidente que, como lo demuestra una afirmación de Lord Russell Johnston en la última reunión del Consejo Europeo -“si no ofreciéramos la independencia a Kosovo cualquier otra solución provocaría la irritación y el descontento de los albanesesâ€-, los políticos occidentales están siendo presionados por los kosovares, que reclaman lo que, a su juicio, se les había prometido implícitamente con el bombardeo de la OTAN: la independencia total.

Sin embargo, el bombardeo fue una combinación de “guerra preventiva†– se creía que Milosevic iba a desestabilizar toda la región de los Balcanes y no sólo las antiguas repúblicas de Yugoslavia – con objetivos humanitarios más propios de una ONG: salvar a los refugiados albaneses expulsados por las tropas serbias. La guerra dio resultado no tanto en el campo militar, porque no se destruyó el ejército serbio, como en el político, al propiciar decisivamente la revuelta popular contra el régimen de Milosevic. El objetivo humanitario se logró y todos los refugiados volvieron a sus casas. Ahora, los políticos europeos temen la reacción de los grupos extremistas y no quieren un nuevo Líbano en el sur del continente. Cualquiera que sea la solución del estatuto final de Kosovo, esclarecerá retrospectivamente el sentido del bombardeo de la OTAN.

Si se opta por la independencia, se interpretará que la OTAN hizo una guerra por los objetivos de los independentistas albaneses: no contra el régimen tiránico de Milosevic, sino contra Serbia. La opinión general de las elites políticas europeas de que la independencia traerá mayor estabilidad a la zona sólo tiene una lectura posible: Serbia no está en condiciones ni tiene voluntad de enfrentarse con la comunidad internacional. Tampoco desea enfrentarse de nuevo con los albaneses, tras la década de guerras que provocó el régimen de Milosevic. Por otra parte, si los serbios no aceptasen lo que el Consejo de Seguridad de la ONU estableciera como estatuto final de Kosovo, se encontrarían con el reconocimiento de independencia kosovar por parte de la mayoría de los países occidentales (como ocurrió cuando Eslovenia y Croacia se proclamaron independientes de Yugoslavia en 1992).

Con la independencia de Kosovo, piensan los políticos europeos, los albaneses verían realizarse su sueño ancestral y eso contribuiría a la estabilidad de los Balcanes, consolidando así las perspectivas de ingreso en la UE de todos los países de la zona.
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Germán Iglesias Hortal



Registrado: 04 Feb 2007
Mensajes: 29
Ubicación: Gijón

MensajePublicado: Mar Feb 20, 2007 8:43 pm    Título del mensaje: Responder citando

Estimados contertulios:

El caso de la disgregación de Yugoslavia debería servir de más que ilustrativo ejemplo para todos aquellos despistados que, tan estúpida como no sé si bienintencionadamente, intentan aminorar el peligro de las tendencias secesionistas en España, amparándose en un, a su juicio, seguro freno a las mismas por parte de la Unión Europea. Dice esta gente, con la ufana solemnidad de quien cree enunciar una obviedad: “En una Europa cada vez más unida, no hay lugar para los pequeños países resultantes de procesos independentistas en el seno de los Estados actuales; no tiene sentido la separación cuando la tendencia es la integración…â€

Tan vacua perorata es el pragmático valladar discursivo de los tontos útiles de un secesionismo, que, paradójicamente, alimenta sus postremas esperanzas en el cálido cobijo que Europa y, más concretamente, Alemania, auténtica y única regidora del proceso europeo, brinda a todas aquellas tendencias que, amparadas en la tan germánica hipostatización política de la lengua, el folclore o, en el sentido emic, la cultura, socavan las naciones políticas actualmente existentes, y que llegarían, en el límite, a destruir aquellos Estados que amenazan la hegemonía continental alemana. Disipa toda duda al respecto el rescate, por supuesto no de modo casual, por los ideólogos constitucionalistas europeos, siete decenios después, del proyecto del régimen nazi de la “Europa de los Pueblosâ€, presente ahora como matriz ideológica en el naciente proceso constitucional de la construcción europea.

En relación al paradigmático caso de Yugoslavia, conviene recordar como fue Alemania el primer Estado europeo que, respaldando la creación de una nación étnica en sus términos más puros, reconoce unilateralmente, en 1991, la independencia de Croacia, tratando de realzar el viejo ortograma político de creación de “La Gran Croaciaâ€, proclamado éste por el movimiento étnico y fascista Upstachi, fervientemente apoyado por el régimen nazi en los años treinta y en la Segunda Guerra Mundial.

No debe olvidarse, pues, como, en un primer momento, fue el poder diplomático –la rama determinativa de la capa cortical– de la Unión Europea el encargado de la promoción, durante de la década de los noventa, de la total y completa disgregación de un Estado –el yugoslavo– que podía considerarse como paradigma de nación política, inmerso éste, por supuesto, en la dialéctica propia entre las tendencias centrífugas de grupos étnicos secesionistas, agrupados bajo relaciones de unidad sinalógicas, y la propia pervivencia del Estado como totalidad isomérica de sujetos políticos; llegándose al punto, en el caso de la secesión de la Kosovo, provincia serbia, de la directa intervención del poder operativo de la capa cortical –el ejercito de la OTAN, que, siendo discutible que como tal ejerza respecto de Europa, no cupo, en este caso, duda alguna de su función representativa, sin perjuicio de los distintos intereses del Imperio norteamericano, real gestor y director de la organización militar–, con el objetivo último de la creación de un Estado sobre la acrónica reivindicación de una nación étnica.

En resumen, y de cara a lo que en mayor medida nos concierne, el carácter referencial del caso yugoslavo respecto a las tendencias secesionistas en España –similitud que el autor del artículo señala de modo muy pertinente al final del primer párrafo– es lo suficientemente claro como para que cualquier político con un mínimo de sesera –y en este tema, sólo, entre los partidos relevantes, parece el PP, y no siempre, cumplir con dicho requisito– se cuide muy mucho de caer en la simplista tentación de recomendar “más Europa†–de la cual es corolario esa otra solemne bobada de que “la enfermedad del nacionalismo se cura viajandoâ€â€“, frente a las reclamaciones soberanistas e ímpetus separatistas de ciertas regiones españolas.

Un saludo,
Germán Iglesias Hortal.
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Agustín Lozano Vicente



Registrado: 04 Mar 2004
Mensajes: 71
Ubicación: España

MensajePublicado: Mar Feb 27, 2007 8:43 am    Título del mensaje: Responder citando

Hola a todos!

Lo que queda de Serbia, avisa...
Atentamente,

Cita:
Serbia avisa a Moratinos de que la independencia de Kosovo podría conducir a la secesión de 3 regiones en España
BELGRADO, 26 Feb. (EUROPA PRESS/ Beatriz Fernández) -

El ministro serbio de Exteriores, Vuk Draskovic, alertó hoy ante su homólogo español, Miguel Ãngel Moratinos, de que una eventual independencia de Kosovo podría sentar un precedente en Europa y conducir a la secesión de varias regiones europeas, entre ellas "al menos tres" en España.

En una breve comparecencia conjunta ante los medios de comunicación, Moratinos le contestó que no cayera en la equivocación porque, aunque él desconoce cómo será "el mapa final de los Balcanes y su definición última (...) sólo hay un mapa de España y es el actual".

Draskovic, en una última réplica, aseguró a Moratinos que Serbia "siempre apoyará una sola España, la actual", por lo que también le gustaría que esta nación balcánica fuera "una sola Serbia" y no "una fragmentada" y "dos Albanias", en alusión a una eventual independencia de la provincia serbia de mayoría albanesa administrada por la ONU desde 1999.
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Atilana Guerrero Sánchez



Registrado: 09 Oct 2003
Mensajes: 99
Ubicación: Madrid

MensajePublicado: Mar May 15, 2007 8:21 pm    Título del mensaje: Responder citando

Queridos contertulios:

Gracias por los artículos.
Existe una revista en español que se titula "Semanario serbio", a través de la cual se puede obtener información interesante para este, como decía Germán Iglesias, caso paradigmático de cómo las gasta Alemania:
http://www.semanarioserbio.com/index.php

Salud
Atilana
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