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José Mª Rodríguez Vega



Registrado: 11 Oct 2003
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MensajePublicado: Jue Oct 23, 2008 10:35 pm    Título del mensaje: El último de Pardo. Responder citando

Lo último de Pardo:

<<De: J.M. Rodríguez Pardo
Para: José Mª Rodríguez Vega
Publicado: Jue Oct 23, 2008 9:10 am
Asunto: Re: Relación simétrica y transitiva que da una reflexiva Citar mensaje

Tú sí que te comportas como un crío, o mejor como un verdadero gilipollas, que eso es lo que eres y bien lo sabe todo el mundo. Eres mierda, mierda y más mierda. Eres un nazi de mierda. Sólo te mereces que te insulten y te humillen, a ser posible los catalanistas a los que tanto odias y a los que ahora te adhieres. A ver si te dan un puesto en el gobierno catalán y te dan dinero para que puedas operarte tu amorfa cara. Hasta nunca.>>




Todo un ejemplo de sindéresis! Hasta nunca, Pardo..., el fino.

Todo un ejemplo de "filosofía".
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José Mª Rodríguez Vega



Registrado: 11 Oct 2003
Mensajes: 1429

MensajePublicado: Lun Oct 27, 2008 8:20 am    Título del mensaje: Los monos en el bosque. Responder citando

¿Cómo un bien futuro aún inexistente puede valer algo si aún en él no hay ni una miserable gota de "trabajo entrañado"? Las cosa valen en "potencia" si estás dispuesto a aceptar ese futuro tal y como te lo venden, si eres un Ninja: "no income, no job, no assets"; o sea, una persona sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades..., sin nada.

Los paquetes no poseen dentro nada y sin embargo dicen que valen lo que vale el servicio de su "trabajo entrañado". Esto de las "entrañas" es la famosa objetividad "materialista". Los pisos valen más cuando suben debido a que "sube" su trabajo pasado, entrañado, anquilosado, muerto..., es entonces cuando el trabajo resucita y dice:<¡He!, que yo valgo más que antes.> Y es que a veces un trabajo vale más que el anterior porque valen más los costes del trabajo presente ¿por los salarios?). A este misterio se le llama la <"Teoría marginalista del materialismo saltacionista".> Lo que más vale es lo que más sube y lo que más sube es porque dentro hay más trabajo entrañado ahora que antes. Esto es debido a un "salto dialéctico". ¿O asalto dialéctico? Si es ciertamente el Mercado pletórico el que determina la libertad individual de elección, no hay duda de que una vez esa libertad ha sido determinada por el Mercado, entonces va -la muy ladina- y actúa y elige lo que le da la gana de lo que hay en el Mercado, y hay mucho para elegir porque es "pletórico". Empero elijas lo que elijas siempre encuentras allí el dichoso trabajo entrañado que gusta tanto a los que nunca han trabajado y cobran gratis el <equivalente> de su trabajo en euros (generalmente son profesores y funcionarios progres serviles, que sirven para algo pero cuyo trabajo es según sus propias ideas "trabajo improductivo"). Por ejemplo, encuentras mucho trabajo entrañado en este urinario
de estilo francés. Marcel Duchamp -como se sabe- sacralizó la meada y satanizó la cagada y es la obra de arte más cara del mundo, indudablemente por el muchísimo trabajo y valor entrañado que hay en ella y el mucho trabajo que necesitan algunos contertulios para hurgar allí y sacar sus lindos productos y así, en un alarde de buen gusto objetivo, refregárselo a un servidor de ustedes por las narices.
Claro que para elegir si higos o nueces el bosque ha de estar ahí fuera, dado, determinando con su impositiva existencia que es lo que se puede elegir, si nueces o higos (El mito de la derecha. pág. 235)... Una vez está ahí el mono -tanto si lo sabe como si no- elige y se decide por una de las dos cosas despreciando la otra y si a un mono no le gustan las nueces nunca escoge las nueces y siempre escoge como un verdadero maniaco los higos mientras pueda. Al cabo de poco los higos cada vez están más altos y hay que gastar más energías en agarrarlos hasta que llega un día en que están tan altos que el jodido y perezoso mono se decide a probar las nueces que están casi a ras de tierra. No están tan mal y ya no sube nunca a coger higos pues su margen diferencial está por las nubes y prefiere ahora las orondas nueces.
Si la cosa es objetiva tiene que serlo siempre, por tanto si quitamos a todos los monos, los higos allí en la higuera han de seguir valiendo lo mismo independientemente de su altura: su monería entrañada independientemente de la conciencia monil. Si no hay monos cambiando no hay cambio y sin cambio no hay valor que valga... Entonces el acento no está en los objetos o higos objetivos (¿objetivos para quién?), sino en los actos de los sujetos operatorios moniles impelidos acaso por la textura en el paladar subjetivo o el aceite de las nueces o del azúcar objetivo de los higos. Esto quiere decir que esos asquerosos monos se deciden por nueces y no por higos debido a sus preferencias moniles y nunca se deciden a hacer el tonto cambiando higos por higos a la misma altura, equivalentes perfectos, sino que lo que cambian son frutas desiguales con valores diferentes para cada uno de los monos que intervienen en el cambio como dijo el asno de Buridan y los brutos de los escolásticos franceses, italianos y españoles tardíos, porque los antiguos sí que creían en eso de la igualdad en el cambio como el Aristóteles. En la variación está el gusto y donde no hay ninguna variación (equivalencia perfecta) no puede haber ningún cambio (diga lo que diga el estagirita): donde reinan la igualdad y el equilibrio perfecto no se produce ninguna variación en el estado de quietud existente... Sin calidad (qualĭtas) no es posible otra cantidad (sujeto a commensurabĭlis). La cantidad muta de las diferentes cualidades pues el mono para coger ahora las nueces cada vez sube y quiere subir más alto... Su monil ponderación de la altura es la que da valor a su trabajo... Su trabajo vale lo que él desea subir al árbol, y si no sube no vale nada y si sube y ningún otro mono desea sus sobrantes higos entonces tampoco vale su trabajo nada y sus higos sobrantes menos porque ya no vueleve a subir más. El "coste de producción" es la ruina del sistema marxianomonil porque ese coste depende de la magnitud de los salarios. ¡Grrroinch!
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J.M. Rodríguez Pardo



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MensajePublicado: Lun Oct 27, 2008 9:52 am    Título del mensaje: Un foro de debate ideal para Rodríguez Vega Responder citando

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José Mª Rodríguez Vega



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MensajePublicado: Lun Oct 27, 2008 10:05 am    Título del mensaje: Responder citando

¡Muy buenos y objetivos argumentos!
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J.M. Rodríguez Pardo



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MensajePublicado: Lun Nov 10, 2008 3:39 pm    Título del mensaje: Sobre el orinal de Duchamp-Vega, un excremento económico Responder citando

Estimados amigos:

Ya que los marginalistas están tan ufanos con supuestos ejemplos que refutarían la teoría del valor-trabajo, y a los que hemos dado sistemáticamente de lado, creo que es momento de recapitular y hablar del orinal de Vega, quiero decir, de Duchamp. Según los marginalistas, que ese orinal se cotice tanto es una refutación sonora a la teoría del valor-trabajo. Sin embargo, aquí se ve que Vega es un necio, pues como decía Machado, «confunde valor y precio». Que unos millonarios ociosos estén dispuestos a pagar por el orinal una millonada no significa que valga mucho, sino que el fetichismo especulador de unos ricos ociosos hicieron del orinal un objeto por el que se paga mucho. Sin embargo, su valor en el mercado no dejaría de ser el de un orinal, ya por cierto muy gastado de tanto orinarse en él.

En el fondo, el orinal de Duchamp tiene tan alto precio, que no valor, porque fue objeto de subasta, al igual que las acciones de las empresas salen en bolsa en forma de subasta, y especulación mediante alcanzan precios astronómicos. Pero, ¿realmente valen tanto las empresas como dice la bolsa? Ni mucho menos, y la actual crisis económica ha puesto de relieve la estafa que supone la bolsa de valores. Por los bienes inmuebles se pagaban barbaridades que luego se ha demostrado que no eran tales, pues tasaciones oficiales han probado que se vendían las propiedades por alrededor de un 25 por ciento más de su valor real.

Lo mismo sucedió, a una escala más cercana a la del famoso orinal de Vega, quiero decir de Duchamp, con los sellos de Afinsa-Forum. Mucha gente había depositado su confianza en la inversión de esos sellos, que supuestamente tenían un valor altísimo. Sin embargo, cuando se destapó el fraude, expertos filatélicos constataron que la inmensa mayoría de aquellos sellos no valían más de un euro. La especulación bursátil había inflado exponencialmente aquellos valores.

Algunos seguirán defendiendo que si el mercado dio ese valor a los bienes en sus intercambios, se trataba de un «precio justo». Sin embargo, como bien decía Marx, si vendes algo por encima de su valor, ese incremento luego se ve reflejado en el siguiente intercambio, pero ello no le da más valor al producto, sino simplemente constituye una especulación de dinero que añade el especulador y que no altera su valor relativo: si lo que vale 100 unidades se vende por 110, ello no supone añadido al valor, pues esos 110 serán cobrados nuevamente al especulador por otra vía. Las denominaciones en dinero se hinchan por especulación, como vemos en el caso de la Bolsa.

Y esta verdadera estafa, la burbuja económica de un crecimiento aparente, se destapa cuando llega la crisis. La especulación lo que ha conseguido es que los bancos, a base de invertir y prestar dinero en negocios especulativos, han ofrecido liquidez muy por encima de lo que valían esos bienes con los que especulaban (se calculan 400.000 millones de euros de hipotecas en dinero no avalado por los hipotecados, sólo en España). El resultado es la insolvencia bancaria y la devaluación de la moneda: las viviendas que el banco se queda como compensación por no recibir la hipoteca, no valen el dinero que ellos adelantaron. Crisis a causa del casino especulativo de la bolsa y la banca.

Es decir, que el orinal de Duchamp es simplemente el botón de muestra de lo que son el marginalismo económico y los voluntariosos pensamientos y acciones excrementicias de Vega: en sus propias palabras, «una reverenda mierda».

Un cordial saludo,
José Manuel Rodríguez Pardo.
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