José Mª Rodríguez Vega
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Publicado: Mie Ago 08, 2007 12:08 am Ttulo del mensaje: LA NATURALEZA MALDITA. |
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Jane Goodall o Alicia en el país de las monerías.
LA NATURALEZA MALDITA.
En la contraportada de el diario La vanguardia del sábado 4 de agosto de 2007, la monil y anciana de Jane Goodall se mete en camisa de once varas y la pifia a go-gó. Esta monjita aliciesca y almodovariana que antaño anduvo en la selva del Gombe se atreve, como hace aquí en nuestra España nuestro inefable y neolítico Eudal Carbonell, a opinar del cielo y de la tierra, de política y de lo que no es política, y a veces y muy osadamente hasta nos recuerda el Carbonell que de niño se expresaba en "una llengua estranya, el castellà", dice este necio atapuerco, este secesionista paleto, que cuando está en la sierra de Atapuerca, en Burgos, por lo visto les habla a los estudiantes y excavadores burgaleses en "catalá". Están estos dos alicios almodovarianos en su derecho a expresar lo que gusten, claro.
Semejantes etólogos o primatólogos, o antropólogos y paleoantropólogos o arqueólogos y demás desenterradores de fósiles son unos añorantes de Tarzán de los monos (hay también un Tarzán en New York, sito en el Mercado pletórico con su mujer <Jane>) y del buen salvaje que todo progre lleva escondido en las entretelas de su moderno y untado desodorante.
La aliciesca de la Jane Godall, a sus 74 años, suelta tan tranquila y pimpante que "la invasión de Iraq ha aumentado el terrorismo" y que "el dinero que hay que invertir por ello aliviaría la pobreza", que según ella es..."la madre del terrorismo"... La fama da prestigio y el prestigio -cuando se es necio- da pábulo a soltar y atreverse a decir públicamente las mil sandeces y vulgares frases repletas de la viscosa ideología política dominante. La Godall para nada se para a pensar si el terrorismo sólo ha surgido con la pobreza "moderna" (del "capitalismo salvaje" que la mantiene y que la ha encumbrado a la fama y al éxito editorial) o si también surgió y existía en la época de Calígula o de Fernando el Católico. Por lo visto, siempre las cosas se podrían hacer mejor, lo malo es que parece que no se hacen mejor nunca. El llanto es su filosofía. Es decir: desde el Mercado pletórico les da vergüenza sentirse protegidos y cómodos y por eso relacionan su disgusto, o sea, la pobreza cuya visión televisiva no soportan, con lo más supuestamente "inhumano", con el terrorismo..., al cual algunos hinchados alicios y muchos otros pazguatpos a veces llaman cuando les conviene, pomposamente, revolución o "guerra justa". Los pobres sin embargo no leen los libros o los artículos de la Goodall ni se alimentan espiritualmente con ellos, y cuando hay paz también se mueren sin embozo de hambre, pues corrupción hay siempre. (<Otra manera de vivir. Cuando la comida importa'>, es el último libro de la Goodall, en cuya presentación en el museo Cosmocaixa de Barcelona, la experta denunció el comportamiento de las grandes multinacionales y propone una "revolución civil" para conseguir una alimentación equilibrada y respetuosa con el medio ambiente y los animales.)
"Estoy realmente emocionada. Usaré el dinero del premio para ayudar a las buenas causas y hacer del mundo un lugar mejor", dijo esta monjita de los monos cuando en una ocasión le dieron el ramplón y mercantifle premio Príncipe de Asturias.
La Jane de los monos dice ahora en La vanguardia que abandonó la selva "con mucho dolor porque aquél es mi hogar..." ¡Qué bonito! Ni se quedó con los monos ni va a morir con ellos en su hogar en una perfecta relación angular sita en un nido de hierbas en lo alto de un árbol. Se ha venido para acá a solucionar -como un verdadero Cristo- el mundo, según dice, ya que..."todos los problemas del mundo están interrelacionados"; como si ella, y por sus dotes especiales en tanto etóloga o amiga de los monos, pudiera ver tan grande mundo y tan grandes totalidades de "problemas" interrelacionados de un sólo vistazo desde su árbol preferido, aquél en el que se ponía el mono A, y que por lo visto y dada su majestuosa altura le permite ver tal panorámica de tan fantásticas cosas que..."a la gente le preocupa". La Goodall de los monos cree que "millones de pequeñas acciones conseguirían un cambio global... Es muy importante que pensemos en las acciones que realizamos cada día y en cómo impactan en la sociedad, en el medio ambiente y en el bienestar de los animales, Debemos recuperar la esperanza." Por tanto tenemos en la Goodall a otra amiga de la farándula y el escamoteo de la realidad. Ni por asomo se le ocurre pensar de donde sacaban las subvenciones para sus investigaciones con nuestros primos los chimpancés del Gombe. Las acciones que realizamos cada día son las mismas que las que ella ha realizado siempre: comprar y vender y consumir más y mejor y lo más barato que podemos en el Mercado pletórico, del cual ya nos hablaron mal, muy mal, los Meadows, los Gunnar Myrdal, los Tinbergen, los Marcuses y los Chomskys y demás catastrofistas de los Limites al crecimiento (Cf. Ed. FCE. México 1973) y los famosos Informes al Club de Roma, mientras les daban títulos y honores a esta amiga de los monos y del resto de los animalitos (Jane Goodall, aparte del Premio Príncipe de Asturias que le fue dado en el año 2003, es también “Mensajera de la Paz” por las Naciones Unidas, y “Dama del Imperio Británico”, nombrada por la muy enemiga del capitalismo salvaje su majestad la Reina de Inglaterra, amiga de los monos de Gibraltar por lo menos.)
La Jane de Tarzán, la bella hija de Parker, Jane o Jeni, la entrañable y bella Maureen O'Sullivan se enamoró de Tarzán-Weissmuller por lo mismo que nuestra Goodall se enamoró de la selva: porque ella es inocente y pura y quién la trata se "lleva siempre la paz que le da la selva" en una pura orgía de éxtasis tras éxtasis. La selva es pacífica porque todas las etólogas llevan la mochila llena de civilización y de antídotos selváticos y salvíficos contra sus belicosos y venenosos inquilinos. La pequeñoburguesa de la Jeni odia Londres y Nueva York y por eso ella ha aprendido de la naturaleza su encomiable modestia (la naturaleza enseña eso y mucho más)..., ha aprendido que "los humanos somos insignificantes......, pero con un cerebro extraordinario que nos ha permitido destruírla..." Somos así el verdadero pecado original, lo peor es haber nacido... Somos algo así como el completo Mal, como un terrible Lucifer y por cuya soberbia fue lanzado y cayó él mismo y sin remisión en el profundo Averno. Pero el Bien, el dios gaiano o la diosa Gea (Gaia), la Tierra, la de anchos pechos hija del Caos, pervive siempre:"Pero la naturaleza, de un modo u otro, durará más que nosotros...la vida siempre vuelve a resurgir", dice la Jeni de los monos..., Resurge cual ave Fenix esplendorosa de las cenizas del fuego a que es sometida por el malvado hombre atiborrado por el "capitalismo salvaje". Este romanticismo en su vertiente robinsoniana es tanto más ridículo cuantos menos rincones quedan que no anhelen subjetivamente y cuanto antes mejor el desarrollo completo del Mercado pletórico. El hombre es así el símbolo de los Hecatónquiros hermanos de los Titanes y de los Cíclopes de un sólo ojo que todo lo ven y todo lo destrozan y que por eso fueron lanzados al Tartaro por su padre Urano, el del cielo antaño límpido y estrellado. Ahora, como diría el piloto Pirx, está todo el cielo lleno de latas de sardinas y retales de fuselajes y todo es un verdadero asco.
Jane, en su profundo amor por lo selvático, prefiere que dure la selva más que el hombre. Ni por asomo se le puede ocurrir a un fariseo almodovariano que el planeta entero está para uso y disfrute del hombre actual y para nada más.
Ella, Jane la progre, posee para su felicidad una hoja que cogió de un árbol aún vivo en medio de la devastación de la bomba atómica. Chimpancés en la niebla, hombres en la niebla..., pues nosotros al igual que los chimpancés -pobrecitos, ¡qué tristeza!- "tenemos la capacidad de grandes sacrificios y nobleza. Pero la parte oscura es terrible: codicia, crueldad, egoísmo. Ambas las hemos heredado de un ancestro común, una criatura prehumana". Por tanto aún no nos hemos desprendido de los civilizados (ya que lo salvaje es bonito) dientes y garras tintados en sangre de la bestia, de (la bête) depredadora que todos llevamos "dentro" a lo Raymond Dart. Lo "prehumano" es lo de siempre: la historia por comenzar, por comenzar el "verdadero hombre" el inocente Adán protoplastos acabado y perfecto de toda la mística del Adviento de la Gran Phantasmata. El capitalismo salvaje es el capital civilizado, esto es, el capital cuyo símbolo es el dinero, que es lo verdaderamente salvaje o malo, mientras que lo angelical es la selva y su indefenso animalito comiendo en una higuera. La refluencia de los númenes anida en esta amazona de la selva del Gombe, que si pudo hacer mucho como etóloga en Tanzania, es aquí y en tanto filósofa y política una verdadera nulidad llena de vulgar ideología y poseída enteramente por la cualidad de la numinosidad o amor desviado y fofo hacia los animalitos. (Cf. El animal divino. Ensayo de una filosofía materialista de la religión, 2ª edición, corregida y aumentada con 14 «Escolios», Pentalfa, Oviedo 1996).[/url]
Nada más natural en los que padecen este mal de pura locura subjetual de la refluencia de los númenes o cualidad de la numinosidad, que creer como verdaderos pirománticos y brujos de la cartomancia en la "comunicación entre humanos y animales que el resto no entendemos", y eso a pesar de que Jane no es de esas que se "comunican con la naturaleza", como dice, sino que solamente pertenece a los que se "sienten uno con la naturaleza", ya que mentalmente todo idealista al ser dualista se siente el doble, o sea, "dos": él y la naturaleza... Se entiende, que todo el que no es "natural" es un bicho antinatural, es un otro...distinto de la naturaleza. Pero esta desgracia no le ocurre a nuestra Goodall de los monos, pues ella se "siente una con la naturaleza", aunque "comunicarse es ya otra cosa"... Por tanto ella "puede comprender lo que está sintiendo un animal" (dicho a lo Sancho: ella comprende con la cabeza lo que siente el "corazón" de un mono-?!!-), comprende con el cerebro los sentimientos de los sentidos del animal... ¿Es eso? Me temo que no es eso, que no puede ser eso. La etología estudia sin embargo el comportamiento animal, estudia sus actos físicos, empíricos, externos, pero nada sabe ni dice de los "sentidos" de los animales al ser estos sentidos subjetivos e intransferibles por muy apotéticos o paratéticos que sean. Eso por no hablar del abismo evolutivo entre especies. Por lo tanto nuestra Jane no es objetiva como dice ella misma... Ella está por la subjetivista "empatía"..., ella "utiliza la empatía y la intuición para entender"..., y después..."se atiene a la objetividad científica para cuestionar si lo que intuye es cierto..." ¡Tela marinera! Y si luego no es cierto peor para la objetividad y para toda la ciencia, pues esta porquería vende más en los anaqueles del Mercado pletórico, mucho más que lo complejo e infumable de la verdadera ciencia. Pero claro, aunque su método siempre le ha dado problemas con la Academia (de abstruso y obtuso que es), ello no le ha incomodado mucho porque ella "nunca ha querido estar en el mundo académico" a pesar del logro de su doctorado, que realizó por no hacer un feo a Louis Leaky, según cuenta y dice.
La verdad es que esta teoría suya de la empatía es muy exotérica aunque se arrastra desde los tiempos de Bruno y Llull y anteriores brujos. Por esto deberían echarla fuera de la Academia y mandarla a la selva con sus sentimentales monos y su genial perro Rasty, que tiene "personalidad" (sic!), mente y sentimientos, como dice ahí mismo sin sonrojarse un pelo... Pero diablos, mente y sentimientos nadie duda hoy en día que los poseen casi todos los animales..., ¿pero "personalidad"? Es la primera vez que leo semejante barbaridad que se adelanta muy veloz por delante de los derechos "humanos" (el de ser personas) que algunos pretenden otorgar a los simios por y en el Proyecto Gran Simio, a chimpancés, gorilas, orangutanes y bonobos. Un perro con "personalidad" (y la personalidad es sólo un exceso de animalidad y nada más) cuaja muy bien con esos hombres perrunos del "capitalismo salvaje" y la "parte oscura" de nuestra cruel naturaleza animal (depredadora, casi sin personalidad, ya que esas malas personas son casi el puro "ancestro común", sin exceso de animalidad, debido a que depradan muerden y devoran recursos).
Para encumbrar a su perro a la categoría de persona (como exceso), Jane de los monos se ve en la necesidad de menguarnos (sin exceso) a los hombres a la categoría de animales sin personalidad, esa "parte oscura" primitiva y maligna nuestra pertenece a los animales anteriores a la refluencia del númen: mientras el númen refluye con el amor a los animalitos, baja el aprecio y el exceso de y a nosotros mismos, ya que fuimos tan bellacos de matarlos, trocearlos y comernos a casi todos los demás animales con provecho de nuestras hinchadas y animalescas barrigas. ¡Qué cosas!
Jane Goodall, que nunca debió dejar teóricamente a sus chimpancés del Gombe, acaba diciéndonos que "ella decidió su futuro encaramada a un árbol leyendo los libros de Tarzán. Eran años de posguerra en los que aprendió a apreciar el valor real de las cosas y de la vida". Causa asombro ver qué entendía esta mujer por valor real de las cosas cuando todo lo que afirma fuera de la etología del Gombe es una pura fantasía ideológica digna de un parvulito que efectivamente sólo lee a Tarzán. Pero me sospecho que esta mujer conoce muy bien el mercado español y el occidental y sabe quién es el que le compra sus libros y oye sus conferencias y qué compra y gasta. Al fin y al cabo, el consumidor, como el Pueblo, es el verdadero soberano y poco le importa el que la mercancía sea verdadera o falsa. Sólo espera no pagar demasiado y que lo que le venden le sacie y deje contento en su religamiento religioso o consumista.
Jane Goodall nos dice que en la selva, en la "vida natural", es más feliz, (por contraposición la vida en Nueva York o Londres es por lo que parece "artificial" o divina, no pertenece a la Naturaleza, según Goodall) "porque en la vida natural encuentras una cierta paz"... A salvo del león, claro!, y bajo la protección de la civilización. ¡Ya duda uno de que esta mujer tenga un verdadero concepto de "la selva" y de la "paz"!, porque la Jeni Goodall de los monos es tan cándida que nos cuenta que también por contraposición a la civilización y a la ciudad, ella se encontraba inmersa en la naturaleza que le ayudó a comprender que era parte de ella y a alejar para siempre el sentimiento de soledad y de vacío. Es en la ciudad donde me siento sola, el mundo que hemos creado me parece feo y espiritualmente pobre."
Jane de los monos es una progre que practica la impostura de siempre, pues sin ese mundo "tan feo y tan espiritualmente pobre", que le parece "pobre" (a tantos dólares cada conferencia), sin ese mundo pobre y que ella tan lindamente tira por los suelos desprestigiándolo cuanto puede, jamás habría viajado a Tanzania ni habría tenido contacto con Louis Leaky y sus proyectos antropológicos de la Academia ni con sus queridos monos, ni con la santa etología, ni tampoco su nombre estaría ahora en nuestros labios (no se comprende para qué diablos sigue dando conferencias a tantos dólares la sesión en un mundo tan "feo y espiritualmente pobre" del cual supo impolutamente chupar a tiempo). Y claro, una pobrecita tan sensible y tan amante de los animalitos y que se distancia tanto del hombre moderno por haber creado este mundo "tan feo y tan pobre", no podía ser sino una vegetariana como Dios manda, ya que cuando "supo lo que hacían en las granjas con los animales, se sentó delante de un bistec y no pudo comérselo, pues entendió que simbolizaba el miedo, el dolor y la muerte". Por todo esto, esta inefable Jane de los monos, tan hipersensible (seguro que es antitaurina), tuvo que criar a su hijo en la selva (nos preguntamos:¿cómo a un verdadero mono o cómo a Tarzan?), ya que su marido Hugo (fotógrafo del muy selvático e "incivilizado"Nartional Geographic) y ella pensaron "que la vida allí era mucho más sana que en la civilización: aire y agua limpios, comida orgánica y libertad". ¡Vaya un pensamiento edénico y armonioso! Por supuesto no podemos esperar después de lo recorrido con esta mujer que ella sepa qué es esa <libertad>, como si la "libertad" colgara de las higueras en la selva como cuelgan los higos a la mano de sus amados chimpancés. ¡Y es a esta paleta e ignorante a quién le dieron el premio Príncipe de Asturias!, cuando cree -por lo que dice por ejemplo-, que un buen bistec no es también "comida orgánica", entonces poco podemos esperar de su sentido común y de esta mujer como bióloga. Por ello y más, para esta monjita amiga de los monitos de la selva la <mayor cualidad humana>, como le pregunta la insulsa periodista Ima Sanchís, es...la compasión...., porque te lleva a comprender a los otros y es inseparable del amor"....
¡Que caritativa! ¡Qué belleza de alma!
Es evidente que ella no está sola y que hay por todas partes un montón de innumerables sujetos tan cándidos y lerdos y flojeras de cabeza como esta insulsa y estulta señora... Gentes y sujetos que siempre apoyarán sus estupideces y comprarán sus absurdas y aureoladas opiniones con las cuales se autojustifican y consuelan de un sentido de culpa inducido por la más crasa ideología rampante a la cual están desde luego muy bien sujetados. Nada se puede hacer por estos impermeables sujetos que desde su pura y crasa ignorancia, intentan, como dice ella (acaso mientras va en vuelo supersónico desde Nairobi hasta Nueva York), de "cambiar las cosas", ya que estos eternos salvadores siempre poseen y pase lo que pase y hagan lo que hagan la "honestidad y el coraje necesario" para semejante y portentosa cosa que jamás nadie les ha pedido. Un asco. Mejor hubiera sido que esta Jane o Jeni se hubiera quedado con su Tarzán y sus monos en la selva del Gombe. Fuera de ella es una perfecta mentecata.
Adiós. |
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