los foros de nódulo

[Antonio Romero Ysern]

Gustavo Bueno ya ha diseccionado el pacifismo propio de la ideología de la farándula sociáldemocrata (http://www.nodulo.org/ec/2004/n033p02.htm). En los últimos días, esa ideología de la farándula progre se ha manifestado desde una Asamblea de intervención democrática, en cuya página (http://asambleadeintervenciondemocratica.iespana.es/) pueden ustedes mostrar también, si quieren, su inquebrantable adhesión, como ya lo han hecho, por cierto, Franco, Espinete y Polanco (http://www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276303163.html). En esta ocasión, la farándula progre, más que como pacifista, se ha mostrado como defensora de una idea, concomitante al pacifismo, pero diferenciable: el <<buenrollismo>>. La farándula progre se manifiesta, en esta ocasión, contra la <<crispación>>.

Entre los <<abajofirmantes>> está un <<hermanísimo>>: �ngel Gabilondo. El hermanísimo lo es de Ignacio Gabilondo, periodista de confianza, elegido, por ejemplo, por González, en sus peores momentos de actuación como Señor X de los GAL, para auto-entrevistarse.

Pero el hermanísimo no se agota en su condición de tal, sino que es Rector de la Autónoma de Madrid y Catedrático de....¡Metafísica!. Es, pues, <<del gremio>>. Del gremio de profesores de filosofía, claro. Porque <<gremio de filósofos>> no existe. Entre la producción <<filosófica>> de este �ngel, podemos descubrir los previsibles estudios doxográficos, por ejemplo, sobre Bataille y Foucault. De este último autor es las 7 sentencias sobre el 7º ángel (?????), en cuyo traducción española hay incluido un ensayo de nuestro �ngel, que no sabemos si es uno de esos siete o quizás un octavo. También ha escrito, junto a otros Imágenes : ¿todavía el hombre? (¿pregunta alusiva al preocupante aumento de <<salidas de armario>> en esta España zeroliana?).

Pero este �ngel fue cocinero antes que fraile (o, en este caso, al revés), porque, mucho antes de esta producción postmoderna, la página del ISBN nos informa de que el mismo "Gabilondo Pujol, �ngel" fue también autor de literatura piadosa. Concretamente, fue autor, nada menos, que de Enséñanos a amar. Catecismo del Sagrado Corazón libro de 1969, editado por "Ediciones Mensajero" (si se fijan en el nombre de la editorial, verán que este hombre ha estado marcado por su nombre propio). El ISBN es 978-84-271-0419-8.

"Enséñanos a amar"...claro, con razón este Gabilondo abomina de la <<crispación>> y el mal rollo. La editorial pertenece a la Compañía de Jesús. Don �ngel ha pasado de la Compañía de Jesús a la compañía de Don Jesús (el Don Jesús por antonomasia). Pero el libro se ve que ya es antiguo y creo que no puede ser encontrado desde la página de la editorial, que, no obstante, ofrece abundante bibliografía piadosa, amén de otros productos como la "Baraja de la vida de Francisco Javier" o el recortable castillo de Javier.

¿Saben los amigos de los foros de los detalles de la biografía de este ángel caído? ¿estará por ahí circulando en alguna librería de viejos o en alguna biblioteca ese "Enseñanos a amar"?

[Germán Iglesias Hortal]

Estimados contertulios:

No puede decirse, en efecto, que la trayectoria personal e intelectual de este hombre no haya sido estricta y férreamente coherente. Desde su amoroso jesuitismo al lucrativo ejercicio de la Metafísica, de las pías gavillas vasconas a la onanista cátedra de metafísico posmoderno de la capital del Reino. No cabe tampoco duda de que, a tenor de los libros paridos por esta lumbrera –a saber, según su currículo oficial por la red circulante: Dilthey: Vida, expresión e historia (1988); El discurso en acción (Foucault y una ontología del presente) (1990); Trazos del eros: del leer, hablar y escribir (1997); Menos que palabras (1999); La vuelta del otro (2001); Mortal de necesidad (2003)- , haya llegado a aquello que la perseverancia de sí mismo en su ser exigía: un mixto en euskaldun de Deleuze, Guattari y Bataille; el foucaultiano y posmoderno de todas las universidades; el lacaniano y metafísico de todas las cátedras; el de todas las lecturas de tesis, aquel del susurrado, en un francés casi rondsariano, comentario acerca de la batalla y ulterior caída del ángel; el de la barthesiana hermeneusis estructuralista de todos los textos; el pedante heraldo de la conciencia constructa y el ser en la alteridad. Nada original, al fin. La sempiterna vuelta a una mal leída adolescencia de algunos quince años. Y seguro que Antonio capta mis referencias a alguno más que por ahí vive en torno a eso.

Respecto a su libro que cita Antonio, y tras una búsqueda somera en Internet, parece que no es posible dar con esa querúbica joya del hermanísimo, ni siquiera en Iberlibro, aunque, eso sí, circulan por ahí un par de entrevistas que no pego aquí por higiene intelectual, pero que son, a poco que uno se las tome en serio, para despepitarse de la risa. No sabría decir si merece la pena acercarse a ellas. Lo dicho: un Deleuze con caserío en Cestona.

Un saludo.
Germán Iglesias Hortal.