Iván Vélez Cipriano
Registrado: 10 Jul 2004 Mensajes: 20 Ubicación: Madrid
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Publicado: Mar Oct 07, 2008 9:19 am Título del mensaje: Centinela contra franceses |
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Tras leer la reseña que Jorge Vilches ha hecho sobre el libro de LaÃnz Centinela contra franceses, que yo mismo he reseñado en El Catoblepas, me he permitido hacerle esta réplica que no he conseguido hacerle llegar. Ahà la dejo:
Réplica a Jorge Vilches
El libro de Jesús LaÃnz, Centinela contra franceses (Ed. Encuentro. Madrid. 2008), tal y como era de esperar, no ha pasado inadvertido para la crÃtica. La mayorÃa de las reacciones a este trabajo de LaÃnz se han centrado en lo oportuno de su publicación, coincidente con el año en que se conmemora el 200 aniversario de la Guerra de la Independencia, - es el caso de Valentà Puig, que se ocupó del libro en una artÃculo titulado Los catalanes contra el invasor aparecido en el periódico en ABC - mas casi ninguna de ellas se ha enfrentado de forma crÃtica al amplio estudio preliminar del historiador cántabro que antecede al texto de Capmany.
Jorge Vilches, doctor en Ciencias PolÃticas y SociologÃa que desarrolla su trabajo en el periódico Libertad digital, le ha dedicado una reseña fechada el dÃa 26 de septiembre 2008. En ella, Vilches traza una breve semblanza de Antonio Capmany y desgrana el contenido de la obra que ahora rescata LaÃnz. Vilches centra sus crÃticas en las “ausencias†que acusa el estudio de LaÃnz, dichas “ausencias†serÃan las siguientes, citamos textualmente:
«Una de estas ausencias tiene que ver con la ambigüedad con que Capmany utilizaba el término el concepto de nación. Y es que lo empleó par hablar de la española…y de “otras†naciones españolas. De hecho en Centinela habla de la “gran Nación†española como suma de las “pequeñas naciones†de “aragoneses, valencianos, murcianos, andaluces, asturianos, gallegos, extremeños, catalanes, castellanos, etcâ€. Capmany entendió la nación como una unidad de voluntades, leyes, costumbre e idioma, transmitidas de generación en generación, pero no concretó ninguno de estos cuatro términos.
La confusión que hoy podrÃamos achacarle tiene que ver con el momento en que escribe Centinela, es decir, en plena época romántica. Y claro, Capmany, como antiguo austracista, vivió entre el romanticismo revolucionario – que era entonces el de la nación española como nación de ciudadanos – y el tradicionalista – el de las naciones identificadas con los reinos medievales peninsulares. »
Por nuestra parte nos proponemos tratar de introducir claridad en las “ambiguas†palabras de Capmany. A nuestro juicio, Capmany en su arenga estarÃa ejerciendo, que no representando - de ahà la ambigüedad que percibe Vilches -, la distinción entre nación étnica y nación histórica expuesta, ahora sÃ, con meridiana claridad, por el filósofo español Gustavo Bueno en su libro España frente a Europa (Alba Editorial. Barcelona. 1999) y en obras posteriores.
La nación étnica, equiparable a la nación “culturalâ€, vendrÃa definida precisamente por las leyes, costumbres e idioma comunes a un colectivo humano asentado en un territorio, razón por la cual podrÃamos enclasar en ella a Extremadura, Cataluña o Asturias. Sin embargo, éstas naciones étnicas no habrÃan alcanzado el estatus de nación histórica reservado para España en tanto que nación canónica equiparable a Francia o Inglaterra. Esta figura, la de la nación histórica, situada en el tránsito entre la nación étnica y la nación polÃtica de ciudadanos, mantendrÃa en su seno a aquéllas, pero no a la manera de una totalidad distributiva de piezas inconexas. Para decirlo con otras palabras, la nación histórica no serÃa una superestructura que gravitase sobre las naciones étnicas, prueba de ello son las relaciones de igual a igual mantenidas por España con las naciones canónicas aludidas, que tendrÃan, por otra parte, una estructura similar.
Por todo ello, entendemos que cuando Capmany habla de murcianos o andaluces calificándolos de nación, lo hace refiriéndose a naciones étnicas, mientras que la nación histórica quedarÃa en sus escritos reservada para España. Y decimos histórica porque será precisamente en la época en la que se escribe Centinela, cuando se está produciendo la transformación de la nación histórica a la nación polÃtica, también ampliamente analizada en la obra de Bueno. Una nación, la polÃtica, que tendrÃa su origen en la Revolución Francesa, y que se reformularÃa en Cádiz por medio del liberalismo, pues como liberales, no como serviles, se mostraron aquellos que lucharon contra el invasor francés.
Un análisis de este y otros aspectos involucrados con Centinela ha quedado expuestos con mayor profundidad en nuestro artÃculo Centinela contra franceses, publicado en la revista digital El Catoblepas .
Hechas estas apostillas, nos sumamos a la invitación a la lectura de este libro hecha por Vilches, pues en la obra de Capmany hallaremos útiles herramientas para combatir el neofeudalismo que desde algunas regiones de España se pretende implantar a cosa de la libertad e igualdad entre españoles.
Iván Vélez |
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