Bruno Cicero Poo
Registrado: 10 Oct 2003 Mensajes: 43 Ubicación: Santander
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Publicado: Mie Mar 17, 2004 1:18 pm Título del mensaje: El congreso y el camarote de los hermanos Marx |
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Hola a todos:
Copio a continuación un texto aparecido a fecha de hoy en el diario La Nueva España. Me parece un tema interesante para debatir aquÃ. Su autor es Francisco J. Bastida, catedrático de Derecho Constitucional.
Cita: | Las elecciones del 14-M nos deparan unos resultados sorprendentes. Primero, la victoria inesperada del PSOE; después, la mayorÃa del PP en el Senado, de manera que los votantes reservaron la papeleta del Congreso para el voto de castigo y cubrieron la del Senado para agradecerle al PP los servicios prestados y, en tercer lugar, el contrasentido de que la tercera fuerza polÃtica en número de votos, IU, aparezca como sexto grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados. Sobre esto último quisiera detenerme.
Esta gran desproporción entre votos y escaños no es nueva en la historia del Congreso. Por ejemplo, en las elecciones de 2000, IU obtuvo 9 diputados y CiU, con 400.000 votos menos, consiguió 15. Tampoco es nueva la atomización de la Cámara dando entrada a grupos polÃticos minoritarios de izquierda o de derecha de ámbito regional (HB, Coalición Canaria, BNG, etcétera). Pero, en todo caso, salvo en 1982, se trataba de una representación parlamentaria que quedaba detrás de IU o de CiU e IU. Ahora resulta que el tercer partido de ámbito nacional y tercero en número de votos aparece como sexta fuerza parlamentaria y que por encima de ella y con muchos menos votos pero más escaños figuran CiU, ERC y PNV. Piénsese que los votos juntos de CiU y PNV son veinte mil menos que los recibidos por IU, pero entre ambas formaciones nacionalistas suman 17 escaños frente a 5 del partido de Llamazares.
La primera impresión lleva a concluir que el sistema electoral prima a los partidos nacionalistas en perjuicio de los partidos de ámbito estatal sin una implantación importante. Sin embargo, la observación es errónea. Si se hiciese un reparto perfectamente proporcional entre el total de escaños del Congreso y los votos alcanzados por cada grupo, el resultado serÃa que, en general, ni los grandes partidos nacionalistas (CiU y ahora ERC) ni los regionalistas más minoritarios (Coalición Canaria, BNG, Chunta, etcétera) están superrepresentados. Tienen lo que proporcionalmente les corresponde, salvo en el caso del PNV. ¿Dónde está, entonces, la explicación del desfase en la representación de IU? En la sobrerrepresentación que se llevan los dos grandes partidos PSOE y PP en la mayorÃa de las circunscripciones de comunidades autónomas no nacionalistas. En las elecciones del 14-M el criterio proporcional tendrÃa que haber atribuido a IU no menos de 17 escaños en lugar de 5, y rebajárselos al PSOE y al PP. Por ejemplo, el PSOE con nueve veces más de votos que IU obtiene ¡35 veces más de escaños!
¿Por qué tienen tanto éxito en número de escaños los partidos nacionalistas y regionalistas? Sencillamente, porque tienen toda su clientela electoral concentrada en las circunscripciones en las que compiten y le sacan asà todo el rendimiento a sus votos. Por el contrario, IU va dejando sin provecho montones de votos en casi todas las circunscripciones. Basta fijarse en que IU obtuvo el 14-M en Asturias similar número de votos al de Nafarroa-Bai en Navarra, pero esta organización consiguió un escaño e IU no.
El sistema electoral previsto en la Constitución y concretado en la ley Electoral no estaba pensado para darle cancha a estos partidos minoritarios de ámbito regional. TenÃa un diseño de raÃz más franquista, pensando en lo que se llamaba «las tierras de España», sobre todo las dos Castillas, más despobladas, pero que habÃa que tenerlas en cuenta sin que cayesen en el olvido. Con tal fin, que favorecÃa en su inicio claramente a UCD, se adjudicó una sobrerrepresentación a esas provincias. Y asà se hizo. La Constitución prevé un Congreso entre 300 y 400 miembros; establece que la circunscripción es la provincia y que cada una tendrá un mÃnimo inicial de escaños y luego un reparto del total en función de la población. La ley Electoral fijó ese mÃnimo en dos, por lo que la provincia menos poblada tiene al menos tres escaños. Esta idea inicial de representar «las tierras de España» en el Congreso, sobrerrepresentando las menos pobladas, la aprovecharon enseguida esos grupos minoritarios locales, con implantación relevante en una determinada provincia o región, pero que representan un porcentaje mÃnimo del conjunto nacional español. Tras el 14-M, están por debajo del 1 por ciento del total de votos en España: Coalición Canaria (0,86% y 3 diputados), BNG (0,80% y 2 diputados), Chunta Aragonesa (0,37% y 1 diputado) Eusko Alkartasuna (0,32% y 1 diputado) y Nafarroa-Bai (0,24% y 1 diputado). Todos ellos integrarán el Grupo Mixto en el Congreso. El propio PNV, con 7 diputados, no representa más que el 1,63% del total de los votos emitidos en España. La representación de «las tierras de España» se ha convertido en la representación de «los pueblerinos de España».
A esta estrategia no es ajena la tercera fuerza polÃtica española en su deseo de buscar la forma de rentabilizar sus numerosos pero improductivos votos totales. Ahà está su acercamiento al voto regionalista o nacionalista (Ezquer Batua, Izquierda Xunida-Bloque por Asturies, etcétera).
El Congreso de los Diputados no puede ser una Cámara de representación territorial. La Cámara baja debe representar a los ciudadanos como tales ciudadanos del Estado y, por tanto, como españoles a secas. Eso no implica negarle representación a un grupo polÃtico nacionalista por el hecho de no ser de ámbito español, pero sà se le puede exigir un porcentaje mÃnimo del total de votos nacionales, para que su proyecto polÃtico sea defendible en el Congreso, donde se debaten las grandes decisiones del Estado. Sin llegar a la propuesta del presidente extremeño, Ibarra, de poner una barrera del 5% nacional, porque eso significarÃa silenciar todo lo que no sea PSOE o PP, sà se podrÃa fijar una barrera del 1%, que expresarÃa un mÃnimo de seriedad polÃtica estatal. Con ello, tras el 14-M desaparecerÃan todos los diputados del Grupo Mixto. (Si la barrera fuese del 1,75% desaparecerÃa del Congreso también el PNV). Esto no significa echarlos fuera del mapa polÃtico; simplemente, poner a cada uno en su sitio. Si se desea representación territorial en el Estado, para eso debe estar el Senado. Si se desea representación de los intereses de la región o nacionalidad, para eso están los parlamentos autonómicos.
Además, habrÃa que asignar a cada provincia un mÃnimo de un solo diputado en vez de dos. Asà se liberarÃan 50 escaños, que podrÃan constituir una circunscripción nacional, y serÃan asignados a los partidos de ámbito nacional con más restos de votos, es decir, se harÃan listas de partidos con los votos que no obtuvieron en las provincias rédito electoral y se irÃan adjudicando esos escaños por el método D'Hondt.
Desde luego, caben otras reformas sin tener que tocar la Constitución, pero ha de propiciarse que el Congreso de los Diputados, que es la Cámara que representa a los ciudadanos, esté integrado por grupos parlamentarios que sean expresión de una representatividad polÃtica mÃnima del conjunto nacional. Lo demás es continuar innecesariamente con el camarote de los hermanos Marx. |
Un saludo.
Bruno |
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