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Francisco Sanz Vilanova
Registrado: 13 Dic 2004 Mensajes: 17 Ubicación: Lérida (España)
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Publicado: Lun Jun 26, 2006 7:19 pm Título del mensaje: El cÃrculo vicioso. |
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Cuando uno acaricia mucho un cÃrculo se hace con un cÃrculo vicioso. Hay en los comportamientos obsesivos un placer que uno se niega en general a confesarse y que permite volver a recorrerlo. Condena a la repetición, permite dar sentido a la diferencia. Por ejemplo uno no trabaja por ganar dinero, pero eso ayuda a volver a trabajar, incluso cuando uno reconoce que no necesita más dinero en absoluto. Uno no sigue trabajosos protocolos de cortejo en busca de un final feliz, pero eso ayuda para encontrarse una y otra vez prestando toda su atención a complicados asedios amorosos. Olvidamos a veces distinguir entre la necesidad como carencia y la necesidad como proyecto. En el primer caso sólo tenemos conciencia de la existencia de la necesidad. En el segundo se trata de la conciencia de las formas de satisfacción de las necesidades y de la actividad consciente dirigida a su satisfacción.
Del mismo modo la aversión, inconfesada a veces, ayuda a salir de ellos. Por mucho que siga habiendo cosas que nos sientan mal y uno se encuentre repitiendo incomprensiblemente. Con el paso del tiempo nos movemos en cÃrculos cada vez más pequeños, cada vez más claramente concéntricos, hasta reducirnos al punto matemático previo a la muerte, que es la muerte misma. La idea de salir a buscar al enemigo dónde se encuentre es una idea de fuerza. Luego viene el momento de impedir que nos encuentre y reducir nuestro mundo al cÃrculo de nuestras hogueras, cÃrculos que se van reduciendo mientras poblamos las tinieblas exteriores con monstruos y demonios. Las amenazas que creen percibir en la economÃa, la sociedad, la polÃtica, e incluso la familia, algunos de nuestros mayores ilustran este punto claramente.
En la medida en la que queremos detectar todo, protegerlo todo, circunscribirlo todo, la neurosis obsesiva, en una palabra, puede considerarse como una caricatura de la religión. Cuando se trata de ahorrar dinero, energÃa, tiempo, podemos creernos en una sociedad fóbica, paranoica, una caricatura de un sistema filosófico. La sociedad anoréxica de bajo en calorÃas, bajo en nicotina, sin colesterol, vegetariana, baja en emisiones... que pretende ante todo dejar claro qué es lo que no quiere, es un intento de salir de las anteriores. Los polÃticos saben cómo mover esas pieza, como aprovechar el disgusto que nos causan algunos personajes para salir del cÃrculo vicioso de votar siempre a los mismos.
Y del mismo modo que nos enamoramos de alguien, no de determinadas cualidades personalizadas en alguien, porque no hay virtudes que lo sean en abstracto, para cualquiera, virtudes definibles útilmente fuera de cada situación y cada totalidad moral, es decir de cada sujeto individual y hay que definir la virtud de acuerdo con la práctica del sujeto virtuoso y no a este por su adecuación a un código determinado, tenemos más facilidad para odiar a alguien por lo que es que por los defectos que tiene. Las razones acostumbran a venir luego. Y eso de que odiamos el pecado y no al pecador suele ser una proyección de deseos, nos lo predican una y otra vez porque no solemos aplicarnos asÃ.
El amor y el odio no son transferibles a alguien con similares caracterÃsticas, incluso si alguien saca más puntos en esas caracterÃsticas. Uno ama a la persona particular que encuentra. Por qué el amor es histórico, atiende a personas y no a sus caracterÃsticas es una interesante pregunta. Proust habÃa dicho: ... no sabÃamos cómo era el PrÃncipe de Guermantes porque sabÃamos muy bien quién era.
Si algunos tenemos todavÃa esperanzas en la democracia participativa es porque nos fiamos más de las personas que de las palabras o las ideas que dicen tener; eso de programa, programa, es una simplificación, una simpleza. No somos asÃ. Por eso no nos hemos leÃdo lo del Estatut. Por eso los polÃticos se sienten liberados de cumplir sus programas, saben que en el fondo les hemos votado a ellos, no al programa de su partido, y si queremos listas abiertas y democracia participativa en vez de la representativa es porque sabemos eso. Eso de la representativa funciona muy bien para que unos den la cara por otros. Y de este cÃrculo vicioso sà que nos va a costar salir. |
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Felipe Giménez Pérez
Registrado: 14 Oct 2003 Mensajes: 1050 Ubicación: Leganés (Madrid, España)
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Publicado: Mar Jul 04, 2006 1:54 pm Título del mensaje: Representación |
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Estimados contertulios:
En los comienzos del liberalismo burgués, la representación polÃtica estaba muy personalizada. Con el Estado de Partidos, es el Partido el que representa a los electores. Las lÃneas de división social en clases coinciden con los partidos. El partido reintroduce el mandato imperativo de nuevo mediante la disciplina de partido. En la democracia de audiencia como dice Bernard Manin, se vuelve a la represenación personal. Hay una creciente personalización en la representación polÃtica. No importan los programas ni la ideologÃa, sino el dirigente o el lÃder polÃtico. Éste debe proporcionar la suficiente confianza al elector. Debe tener una trayectoria impecable. En fin, que seguimos con la democracia en una nueva etapa de la representación polÃtica. Atentamente, |
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Gema Fernández del RÃo
Registrado: 25 Feb 2004 Mensajes: 22 Ubicación: Oviedo
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Publicado: Jue Jul 20, 2006 2:51 pm Título del mensaje: FilosofÃa... |
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Francisco:
Como tu mensaje se encuentra en unos foros de FilosofÃa y se titula "El circulo vicioso" creà que tratarÃa sobre Descartes...
Resulta que el cÃrculo del que hablas lo tomaste de Ionesco, pero en un uso que hace que pierda su gracia.
La concepción que tengo y tenemos sobre la FilosofÃa la mayorÃa de los que aquà escribimos está definida de modo claro y distinto; entre otras caracterÃsticas estructurales de la disciplina está la de que es un saber de segundo grado.
Esa caracterÃstica nos permite dar cuenta de ciertas "fronteras" ontológicas y gnoseológicas, y dadas esas fronteras podemos utilizarla de modo excluyente: si bien la FilosofÃa opera con categorÃas de saberes de primer grado, aquello que sea un saber de primer grado no será filosofÃa.
AsÃ, podemos argumentar partiendo de esa caracterÃstica que un tratado sobre Estética no es una obra de Arte, y que las novelas de Baroja, aunque incluyan algunas tesis filosóficas (incluso académicas) no son ensayos filosóficos en sentido estricto.
Con ello quiero decir que podemos escribir filosóficamente sobre Ionesco, pero también que su teatro del absurdo no es filosófico.
En fin, creo que tu concepción sobre la FilosofÃa resulta oscura y confusa, y para poder discutir sobre la democracia deberÃas aclararla previamente.
Podemos generalizar tu confusión, porque desde mi posición hablar de "punto matemático previo a la muerte", asimilar el trabajo a un comportamiento obsesivo en términos generales, personificar a la sociedad atribuyéndole trastornos psiquiátricos, manejar un significado del término "histórico" que lo hace opuesto a "intemporal", etc. sólo puede hacerse desde la confusión.
De ahà se derivan usos de términos filosóficos que son laxos, y pertenecen más bien al lenguaje literario artÃstico, al cotidiano, etc.
En el contexto de estos foros "Idea" tiene un significado preciso, y no dirÃamos que salir a buscar a un enemigo es una idea de fuerza, asà como tampoco "Persona" lo usas de manera rigurosa.
Al menos yo sà atiendo a las palabras y las Ideas (y no voto pensando en la persona que es lider de un partido, puesto que no conozco a ninguno de esos lÃderes), y antes de opinar sobre el "Estatut" tendré que conocerlo.
Percibo en tu escrito cierta preocupación por el dichoso horizonte del sentido, y también cierta tendencia a aplicar filosofemas a la vida cotidiana. Por supuesto no tienes por qué dejar de preocuparte por todo eso, pero no lo considero verdadera filosofÃa. Hacer borrosas las fornteras entre ciencias, filosofÃa, arte... es tÃpicamente posmoderno, y una de sus consecuencias es diluir a la filosofÃa verdadera, y conseguir que ni el cÃrculo de Descartes ni el de Ionesco tengan un sentido especÃfico.
Un saludo, |
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