Daniel Muñoz Crespo
Registrado: 14 Oct 2003 Mensajes: 7 Ubicación: Oviedo
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Publicado: Jue Ago 31, 2006 11:36 pm Título del mensaje: «Ghost» o Demi Moore quince años después |
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Seguramente no seré yo mismo yo solo quien recuerda, con cierto sabor a saludable postre de alta reposterÃa vasca pero también asturiana, aquel almibarado 'proceso cinematográfico' que se dio en llamar allá hacia finales de los ochenta del XX Ghost.
Por aquel entonces ayudaba no poco a tales sentimientos sentimentalistas una bonita canción que sonaba una y otra vez a lo largo de la pelÃcula, aquella hermosa pequeña composición musical que sugerÃa muelle y molicie... por lo menos a mà me lo sugerÃa. Y, ya se sabe: piensa el romanticón... (con perdón por el cacofonismo). Aunque bien es cierto que tomas objetivas apuntan también un poco a todo esto que digo: no es ya sólo que yo hipotéticamente esté muy «necesitado»: en esta «En la tiniebla» unos heterosexuales chupetones, como a mitad de pelÃcula, permiten adivinar coito o coitos. Y si alguien no me cree que vea la pelÃcula.
También Ghost tenÃa un cierto, o cierto alto contenido erótico; aunque, naturalmente, en ningún momento pornográfico: no aparecen caracteres sexuales secundarios por ninguna parte. Por lo menos yo no los he visto.
Yo prácticamente nunca me siento solo: ni siquiera cuando lo estoy. Pero sólo 'prácticamente': no creo conocer un momento o estado de más angustiosa soledad que... ver una pelÃcula solo. Pero como acabo de decir que prácticamente nunca me siento solo, pues tampoco creo que vaya a pasar nada porque me sienta solo de vez en cuando viendo una pelÃcula. Dicho lo cual creo no haber perdido la facultad básica de razonar básicamente.
Y, ¿a qué todo esto? Pues siéndoos sincero ni siquiera yo lo sé.
Pero, como algún contenido habrá de tener esta perorata, pues aprovecho la ocasión para sugerir, que si alguien ha visto aquella Ghost, y también ha visto esta «En la Tiniebla», pues que tome en consideración -si quiere, naturalmente- algunos comentarios o preguntas que voy a hacer.
Para empezar la pelÃcula me ha gustado bastante, o más bien mucho, teniendo en cuenta lo poco que suelen entretenerme o gustarme las pelÃculas. Lo cual no obsta para que la haya entendido. Sinceramente creo que no he entendido la pelÃcula: gustándome eso sÃ, las bonitas fotografÃas de paisajes marinos que aparecen, asà como también me gusta la protagonista, Demi Moore (que, sinceramente, creo que está más guapa que hace quince años -y que conste que no es por hacerle la pelota, que soy consciente de que no va a leer esto-).
Seguidamente creo ver en el film una sugerencia de enamoramiento ideal (ideal en el sentido de 'arquetÃpico', o también 'bonito', o también 'muy profundo y sincero': que no creo aludir a Fichte vaya).
Voy a intentar 'diseccionar', por asà decir, ese 'proceso de enamoramiento' (entre Demi Moore y el segundo protagonista -mucho más joven que ella, para información de los amantes de según qué morbos-) avisando de que no tengo el pulso de ningún cirujano en ejercicio ni de ningún cortador de troncos vasco:
corte 1: el muchacho sabe montar a caballo
corte 2: contesta a las inteligentes preguntas de su amada con preguntas aún más inteligentes que aquellas que ella le formula
corte 3: el encuentro amoroso efectivo tiene lugar cerca de una chimenea de salon
corte 4: Demi Moore entierra una caracola en la arena, y, aun sin saber ella por qué lo hace, sà lo sabe sin embargo su amado: pasando, de este modo, a saberlo también ella: automáticamente
corte 5: Ella ya habÃa hecho un pequeño pero significativo gesto de pudor o rubor con la cabeza en el momento de de ver al muchacho minetras trabajaba (o a otro muy parecido: no voy a rebobinar) al punto de llegar a la aldea en la que tiene lugar buena parte de la acción.
Por otra parte presenta algún 'lugar común' con una de las grandes del suspense y terror de los ochenta, El Resplandor. Si en aquella un horripilantemente encarado Jack Nickolson escribÃa una y otra vez, y asà muchas, muchas veces, al parecer las mismas palabras o frases, asà Demi Moore parece querer hacer lo mismo con la inicial de su amante espectral: si bien aquà el contraste está entre aquel espeluznante visaje de Nickolson, y el aquà adorable y tierno gesto de Moore envuelta en un confortable jersey azul marino varias tallas grande.
Pero ¿qué tienen en común Ghost y En la tiniebla? Pues sencillamente -por asà decir- la creencia en el más allá. Se me podrá decir: «hombre, no la creencia, no, sencillamente se recrea eso, para divertimento del público, no se cuenta con que nadie crea nada de eso». Y no estarÃa mal del todo dicho: pero sà mal a secas: me parece que es inviable, imposible una pelÃcula como esta si no se entiende, mejor o peor, qué sea eso de comunicarse con los fallecidos o muertos, que nos echen de menos más que nosotros a ellos, y estas cosas.
Finalmente creo que serÃa una insufrible pedanterÃa concluir que esta pelÃcula es mala; yo no podrÃa haberla hecho mejor; ya que, de lo contrario, la hubiese hecho. |
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