Santiago Armesilla Conde
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Publicado: Mie Sep 26, 2007 1:24 pm Título del mensaje: Comienza la lucha a muerte.. entre los progres |
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Impresionante artÃculo de Luis del Pino en su bitácora:
Cita: | Un dÃa histórico
25 de Septiembre de 2007 - 13:19:12 - Luis del Pino
Mañana será un dÃa histórico para el panorama de los medios de comunicación en España. Pero no porque vaya salir a la venta un nuevo periódico, sino por las consecuencias que esa salida va a tener. Porque lo que mañana va a producirse es ese sorpasso tan temido por el imperio Prisa: tanto El PaÃs como El Público se dirigen a un mismo segmento de mercado, ése que podrÃamos denominar del votante de izquierdas, asà que el periódico de Escolar no puede alcanzar un nivel de ventas apreciable si no es, principalmente, a costa del de Moreno. Y cualquier mÃnimo descenso en la difusión de El PaÃs significará la pérdida de la escasa ventaja que aún conservaba sobre El Mundo. A partir de mañana, El PaÃs será ya, tan sólo, el segundo periódico más importante de España, el segundo más influyente, por detrás del de Pedro J.
Para entender las consecuencias que esto tiene, hay que poner la noticia en el contexto, más amplio, de la guerra entre Prisa y Mediapro. Esa guerra desatada por el fútbol es una cuestión de dinero, pero no sólo de dinero. Lo que se ventila es otra cosa, que se llama poder e influencia. Todo el imperio mediático de Prisa descansa, descansaba, sobre la apariencia de poder. Desde este punto de vista, que El PaÃs pierda la batalla del fútbol o que pase a ser el segundo periódico de España es tan letal para la imagen del imperio como lo era en otro tiempo que Antena 3 sobrepasara en número de oyentes a la Cadena Ser. Ya sabemos cómo acabó aquel otro episodio: en un antenicidio que no ha terminado de malcerrarse desde el punto de vista jurÃdico hasta hace bien poco.
Ahora, los amigos de Zapatero vuelven a poner en jaque al imperio. Y el imperio reacciona, como entonces lo hizo, con la soberbia del poderoso. Nada les hubiera importado que Zapatero se inventara un tingladillo para jugar en los medios, pero Zapatero ha ido más allá: pretende sustituirles, pretende hacer de Mediapro el nuevo referente mediático de una izquierda que ha perdido ya sus señas de identidad socialistas, para instalarse en una tierra de nadie, a caballo entre lo antisistema y el nacionalismo filofascista.
Y el imperio no perdona que Zapatero pretenda arrinconarle. Como tampoco lo perdonan los dinosaurios de la época felipista, que ven esfumarse la poca influencia que aún les quedaba sobre un Zapatero desquiciado que, en su opinión, lleva a la izquierda al abismo.
Y el imperio no se anda con chiquitas. No ha tenido ni que desperezarse para destrozar el Plan de Vivienda que tan primorosamente lanzara la Chacón desde las escalinatas de Moncloa. Le han bastado una portada y dos editoriales para convertir ese plan lleno de humo en un boomerang letal en términos de votos. Felipe, mientras tanto, manda sutiles mensajes: "No toleraremos fuego amigo". Lo que, traducido al lenguaje diplomático, significa: "No nos toques las pelotas, José Luis, porque vamos a partirte las piernas". En efecto, el episodio del Plan de Vivienda no pasa de ser un aviso: si Zapatero no arregla lo del fútbol, el Grupo Prisa está dispuesto a subir las apuestas. Y tiene munición suficiente para hacer mucho más daño a Zapatero del que éste puede soportar. Cada sábana de la Moncloa oculta una cabeza de caballo.
Pero también Zapatero les está haciendo resentirse. Porque aunque el Presidente hincara la rodilla en tierra en el asunto del fútbol, la salida de El Público obliga al Grupo Prisa a competir con él por la cuota de mercado. La única esperanza de los prisaicos es que el periódico de Mediapro pase a engrosar, más pronto que tarde, la larga lista de aventuras editoriales que terminaron en la nada, incapaces ya de seguir aguantando las pérdidas. Pero el fútbol es, una fuente jugosa de ingresos y Zapatero, además, no está por la labor de dejarles caer . No ha cortado las amarras con el felipismo para ahora tirar la toalla. Y la guerra de desgaste entre ambos bandos del socialismo puede ser terrible.
Hemos estado tres años jugando a ver quién estallaba antes, si el PP o el PSOE. Y el partido socialista está empezando a estallar en directo mientras las acciones de Zapatero cotizan a la baja en las encuestas. La vez anterior que se produjo una guerra semejante, la batalla de dossieres terminó desembocando en la reapertura del caso GAL, cuando polÃticos socialistas filtraban informaciones a unos u otros medios para destrozar a otros polÃticos socialistas. Quizá no sean tan suicidas hoy como para convertir el 11-M en un arma arrojadiza para sus luchas intestinas, pero las guerras se suele saber cómo empiezan, no cómo acaban. Según RodrÃguez Ibarra, las terminan pagando los pobres. Lo cual, traducido al lenguaje de la cloaca, quiere decir que los sectores enfrentados terminarán dándose de patadas, pero en el culo de quienes sólo cumplen órdenes.
Mientras tanto, a los amos de ETA se les muda también la color. Una cosa es hacer tambalearse la estructura del Estado, y otra muy distinta que Zapatero sea tan descerebrado como para haber permitido que las cosas lleguen a un punto donde ya nadie controla la deriva de la situación. Ya lo dice el refrán castellano: con un tonto, ni a mear. La nueva legislatura que la hoja de ruta necesitaba para consumarse parece cada vez más improbable. Zapatero huele a caballo perdedor y todo el mundo empieza a replantear sus estrategias. Asà que entramos en una fase crÃtica. Y peligrosa. El que escoja el bando equivocado en la guerra fratricida que se avecina no va a tener una segunda oportunidad, y todos son conscientes de ello.
No es de extrañar que se multipliquen las reuniones en la sombra. Ni que en esas reuniones se lleguen a plantear ideas peregrinas sobre el cartel electoral del PSOE o se digan de Zapatero cosas, por parte de diputados socialistas, que ni yo mismo me atreverÃa a escribir.
José Bono, mientras tanto, gallardonea de boquilla y se aparta del teatro de operaciones donde las tropas de Prisa y Mediapro se enzarzan en misión humanitaria. No quiere que le alcance ninguna bala perdida. Desde los cajones de su mesa, y mientras el ex-ministro espera sentado a que llegue su momento, dieciséis mil folios le contemplan.
Para que luego digan que no existen las armas de destrucción masiva. Mañana sale una a la venta |
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