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Pío Moa y la Guerra Civil española II
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Autor Mensaje
Atilana Guerrero Sánchez



Registrado: 09 Oct 2003
Mensajes: 99
Ubicacin: Madrid

MensajePublicado: Jue Sep 23, 2004 6:24 pm    Ttulo del mensaje: Responder citando

Estimados amigos:
Doy las gracias a José Manuel por la publicación de la carta. Sin duda, lo de que resultara "insultante" para el periódico es una confusión conceptual. Parece que el rigor no casa con el diálogo, según algunos imbuidos del "nuevo talante". Eso que perdieron.

Y hablando de cartas, esta es la que hoy escribe Pío Moa en lLa Razón a nuestro Zen-tapé:


Cita:
Carta abierta a Rodríguez Zapatero




Pío MOA
Ha dicho usted a «Time» que no desea ser un gran líder, sino un buen demócrata. No nos vamos a engañar con su falsa modestia: excusatio non petita… Usted se considera un gran dirigente, sólo hay que ver las lecciones que va dando por el mundo. Pero estas cuestiones de vanidad tienen aquí poca importancia. Lo que llama la atención es la incoherencia, la falta de lógica de la frase, como si un director de cine nos dijera que no aspiraba a hacer grandes películas, sino a portarse bien con los actores. No tiene que ver una cosa con la otra. Ser buen demócrata está al alcance de cualquier ciudadano, de un taxista, de un ama de casa y hasta de un intelectual. Dirigir el país exige más, mucho más. Y como jefe del gobierno español todos desearíamos que usted aspirase, si no a un gran liderazgo, al menos a un buen liderazgo.
Pero, en fin, usted quiere ser un buen demócrata, cosa alarmante porque esa cualidad debiera ser tan obvia como el valor en la milicia. Y, sin embargo, a poco que hagamos memoria, no resulta tan obvio. En el pasado, desde luego, no ha sido usted un buen demócrata. Nadie le recuerda levantando la voz contra los tremendos episodios de corrupción de su partido, o contra su política hacia el terrorismo etarra, mezcla de claudicación y de crímenes de estado, o contra los intentos de «enterrar a Montesquieu». Cabe deducir que o bien estaba usted de acuerdo con todo ello o le faltaba el valor de protestar, cosa igualmente poco recomendable. Pero ahora quiere usted mejorar en ese sentido. La pregunta es: ¿lo consigue? Hay más de una razón para dudarlo. Observe que quienes más le han felicitado y se han felicitado hasta ahora por su acceso a la Presidencia de España han sido gente como «El Egipcio» (el organizador, o uno de los organizadores, de la brutal matanza de casi doscientos españoles en Madrid), o como Fidel Castro, Mohamed VI y otros personajes a quienes, es de esperar, usted mismo nunca llamaría demócratas. La satisfacción de los inspiradores de la matanza de Madrid y diversos tiranos podría ser gratuita, nacer de una interpretación errada de su política, señor Rodríguez Zapatero. Pero por desgracia no parece ése el caso. Usted mismo acaba de reafirmar en visita oficial a Túnez (otra dictadura) esa política que tanto complace a esos señores. Y la ha repetido a «Time»: «¿Está Iraq mejor después de un año y medio de ocupación? La respuesta es no. Hay una espiral de violencia y muerte. Tenemos dos opciones: cerrar los ojos o afrontar la realidad. Iraq necesita recobrar su libertad, estabilidad y soberanía cuanto antes». Me parece que nuevamente estamos ante esa desconcertante falta de lógica tan observable en sus discursos. ¿Cuándo tuvo Iraq esa libertad, estabilidad y soberanía que ahora debe recobrar? ¿Con Sadam Husein, otro tirano genocida por cuyos logros muestra usted aquí, implícita pero claramente, una admiración tan asombrosa? ¿Es verdad que las cosas estén peor ahora en Iraq que con un dictador corrupto que gaseaba, torturaba y fusilaba por decenas de miles a sus súbditos? ¿Va a conseguir Iraq libertad, estabilidad y soberanía si se abandona a su población al poder de unos terroristas especialmente desalmados, a los mismos, en suma, que asesinaron en Madrid? Pues eso, abandonarlo y proponer que hagan lo mismo las demás democracias es exactamente lo que usted ha hecho.
Arguye usted que tras un año y medio la violencia sigue, y por ello conviene «afrontar la realidad» cediendo el terreno, precisamente, a los autores de la violencia. Sus frases no tienen otra lectura posible. Ahora bien, ¿no llevamos en España treinta años de violencia terrorista? ¿Propone usted que cedamos a ella de una vez? Me temo que eso es, precisamente, lo que usted propone, aunque de modo confuso quizá para usted mismo: sus últimas maniobras y globos sonda en relación con la ETA así lo indican. Tal manera de «afrontar la realidad» no constituye un servicio a la democracia, sino, propiamente, un pacto con los terroristas y contra ella. En Iraq y en España. No puede extrañar a nadie la alegría de «El Egipcio», de Castro y de otros.
Calibre usted, además, los intereses occidentales en su conjunto. Iraq está en el corazón de una zona de vital interés para las democracias, tanto por el petróleo como por el problema de Israel. Abandonar Iraq a los peores enemigos de la democracia y de Occidente –que, puede usted estar seguro, no traerán libertad a Iraq ni estabilidad a la región, por mucho que usted intente creerlo o hacerlo creer– sería una catástrofe para todos los iraquíes, los demás países de la zona y los europeos.
Opondrá usted que no sólo se han alegrado de su victoria electoral los terroristas y los dictadores, también lo han hecho Chirac y Schröder. Cierto, lo cual no deja de llamar la atención, sobre todo en el caso de Chirac. El presidente francés apoyó a Marruecos contra España en el conflicto de Perejil y en el del Sahara. Esto seguramente no le dirá nada a usted, que también fue a Marruecos a respaldar moral y políticamente a Mohamed VI y a dejarse fotografiar bajo el mapa famoso. Usted es ajeno al patriotismo, al menos al patriotismo español, como usted mismo ha indicado y ha vuelto a demostrar renunciando, en beneficio de Francia y Alemania, a las cuotas de poder para España alcanzadas por Aznar en Europa, y dejando de paso en la estacada a Polonia. Pero prescindiendo del patriotismo y los intereses españoles, tan secundarios para usted, no cabe duda de que usted y Chirac han defendido a la tiranía marroquí contra un país democrático como España.
La política de Chirac en relación con Marruecos tiene lógica, pero no tanto la de usted, si reprocha a USA actuar contra la legalidad internacional. Francia defiende en Marruecos y en buena parte de África unos intereses que rondan, y a menudo caen, en el neocolonialismo, sin excluir intervenciones armadas perfectamente ilegales ante las cuales usted ha callado siempre. Chirac mantenía excelentes relaciones con Sadam Husein, y en general las mantiene con cualquier dictadura si de ella puede extraer beneficios. El episodio del tirano caníbal Bokassa –protegido por Giscard d’Estaing, otro político contento con el triunfo de usted y protector también de la ETA contra España durante largos años– no es una excepción, sino más bien la regla. Difícilmente creeremos, por tanto, que sea la supuesta ilegalidad de la intervención de USA la razón real de su anterior oposición al derrocamiento de Sadam Husein y de su actual propuesta de devolver Iraq a alguna dictadura parecida. Como ciudadano, y teniendo en cuenta su pasado, no puedo menos de alegrarme de su aspiración a ser un buen demócrata, tanto como entristecerme por su continuo fracaso ante ese objetivo. Y no menos me entristece la falta de coherencia lógica en su discurso, cada vez más cercano a la extravagancia. Esos extraños razonamientos que usted suelta sobre el feminismo como remedio al terrorismo, o sobre la unidad y diversidad de España, merecen comentario aparte. Pero de entrada, créame, adolecen del mismo carácter antidemocrático y absurdo visible en sus declaraciones sobre Iraq. No es usted todavía un buen demócrata, tampoco es un buen líder, y tengo la impresión de que si no revisa usted sus ideas y no percibe algo al menos de la vacuidad e incoherencia de ellas, todos vamos a pagarlo muy caro.


Pío Moa es historiador
y escritor

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J.M. Rodríguez Pardo



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MensajePublicado: Sab Sep 25, 2004 10:51 am    Ttulo del mensaje: Publicación en La Nueva España Responder citando

Estimados amigos:

Hoy he podido comprobar que La Nueva España, en la edición de 24/09/2004, página 89, ha publicado la carta que envié y que transcribí más arriba. Agradezco a los redactores del diario ovetense que se hayan decidido a publicármela, pues no me parecía una actitud respetable el mantener las dudas sobre sus contenidos.

Un cordial saludo,
José Manuel Rodríguez Pardo.
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Antonio Muñoz Ballesta



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MensajePublicado: Sab Sep 25, 2004 3:50 pm    Ttulo del mensaje: Pió Moa y D. Ricardo de la Cierva Responder citando

Estimados foristas,

Creo que Pío Moa ha escrito recientemente un artículo en defensa de D.Ricardo de la Cierva y en reconocimiento de su labor en la ciencia de la historia de España. ¿ Alguién podría "traerlo aquí"?

Atentamente,
Antonio
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Antonio Muñoz Ballesta



Registrado: 11 Oct 2003
Mensajes: 194
Ubicacin: Mazarrón (España)

MensajePublicado: Jue Sep 30, 2004 1:08 pm    Ttulo del mensaje: Responder citando

Estimados foristas,

Pío Moa ha escrito ( enero de 2003) algo sobre Ricardo de la Cierva. Sin embargo Ricardo de la Cierva todavía no es tenido en la consideración que se merece como Historiador. En todos los ámbitos del Poder Cultural no se le reconoce lo suficiente, ¿ Por qué?

Cita:
Ricardo de la Cierva, el erradicado
Pío Moa

Durante un debate televisivo, una catedrática de Historia contemporánea se jactaba de que Ricardo de la Cierva había sido “erradicado” de la actual historiografía profesional. “¡E-rra-di-ca-do!”, repitió con énfasis y mal disimulado cabreo, para aplastar a un colega que había tenido la malhadada idea de citar al historiador, convertido en tabú en la Universidad y en la mayoría de los libros de Historia: o se le silencia o se le despacha con alguna frasecilla displicente. Así entienden el debate intelectual esos pésimos historiógrafos, inquisidores vanidosos que se ensalzan a sí mismos como “serios” y “científicos”.

Contra Ricardo de la Cierva todo ha valido, desde las descalificaciones insultantes en la prensa al cúmulo de rumores personales y profesionales, calumniosos como suelen serlo, y en todo caso ajenos a cualquier pretensión de prueba, tan frecuentes en círculos universitarios y académicos, muy dados, por lo común, al chismorreo insidioso y muy poco al intercambio y discusión de ideas que debieran serles propios. El bajo nivel científico de nuestra universidad se manifiesta en sus trabajos, pero también en esa actitud esterilizante y cerrada al debate –aunque a veces, cuando se abre un poco, casi resulta peor–, mezcla de beatería de secta, de ansiedad de cada cual ante la posibilidad de ser “pirateado” (pues la tendencia a parasitar ideas ajenas está muy difundida), y de miedo a quedar en evidencia fuera de los clanes aquiescentes.

Quien, rompiendo el tabú –algo difícil, sobre todo para un estudiante–, compare los libros de Ricardo de la Cierva sobre la Guerra civil y otros hechos de nuestra Historia, con los de esas erradicadoras lumbreras, nota enseguida la superioridad del erradicado. El cual no les supera por sus tesis sino, ante todo, por el cúmulo de datos y documentación decisiva en que las apoya, y que sus enemigos (pues lo son, y no simplemente adversarios intelectuales) pasan sistemáticamente por alto o les dedican referencias vagas, y lo hacen precisamente por su valor demostrativo, demoledor de las tesis hoy en boga. Vale la pena observar de pasada cómo el descaro y falta de respeto a la verdad por parte de esos individuos acaba de manifestarse de nuevo en sus escasas y ridículas reseñas del libro de documentos soviéticos España traicionada.

Pero, se objetará, si es así, ¿cómo puede haber sido Ricardo de la Cierva tan eficazmente aislado en amplios ámbitos intelectuales y en casi todos los medios de masas? ¿Puede tener él razón contra casi todos los demás? De lo segundo, nada. Un número muy alto de profesores e historiadores comparte más o menos las tesis de De la Cierva, o reconoce, por la simple necesidad de estudiar la Historia, la veracidad de la mayor parte de ellas. Pero poquísimos se atreven a decirlo en voz alta y clara, pues existe un auténtico miedo a pasar por “facha”, a compartir las descalificaciones y desprecios tributados a aquel. Es más, no faltan quienes, estando de acuerdo con él en lo principal, se unen al coro de los despreciadores o destacan los defectos del erradicado (¿quién no los tiene?), en lugar de señalar, como sería ahora necesario, sus indudables aciertos. Pero Ricardo de la Cierva no sólo supera como historiador a quienes le proscriben, sino que además ha sabido sostener sus ideas contra viento y marea, con datos y argumentos, devolviendo los golpes en una actitud valerosa por desgracia muy poco seguida: de ahí la eficacia de su aislamiento.

Decía Churchill algo así como que el valor es la principal de las virtudes, pues sin él las demás naufragan. Ciertamente podría entenderse el desfallecimiento de tantos intelectuales si corrieran peligro, no ya de ser fusilados o de ir a la cárcel, sino simplemente de sufrir serios daños materiales. Pero no. El peligro consiste simplemente que les tachen de esto o de lo otro, y ante tan nimia amenaza, su amor a la verdad y a la ciencia flaquean. Y así está el panorama intelectual.
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Pedro Insua Rodríguez



Registrado: 09 Oct 2003
Mensajes: 279
Ubicacin: Madrid

MensajePublicado: Dom Oct 03, 2004 9:28 am    Ttulo del mensaje: Responder citando

Estimados foristas:
Hoy en "La Nueva España" aparece el siguiente artículo de Moradiellos que, por lo visto, ya no le parece "El Catoblepas" un lugar adecuado para seguir debatiendo:


Cita:
La sordera del maniqueísmo

ENRIQUE MORADIELLOS

Era previsible y razonable que D. Pío Moa decidiera responder a la publicación de nuestro último libro, titulado «1936. Los mitos de la guerra civil». Entre otras cosas, porque desde enero del año 2002 hemos mantenido una prolongada polémica en las páginas impresas de la «Revista de Libros» y en las digitales de «El Catoblepas». Páginas ya muy numerosas y a las que alude en sus respuestas de «Abc» y «La razón» (16/9/2004) con la sorprendente coletilla de que en ambas las tesis del arriba firmante «no salieron muy bien paradas»: ¡curioso fenómeno éste de constituirse en juez y parte de los méritos propios!

Por obligada deferencia hacia el señor Moa y, sobre todo, por inexcusable respeto hacia el potencial público lector, nos sentimos obligados a responder a sus observaciones para que esos lectores puedan apreciar libremente la veracidad y acierto de los juicios emitidos por cada una de las partes. Y dejaremos sin atender, por no ser pertinentes, las alusiones personales sembradas por nuestro replicante en su respuesta: la sospecha de falta de «valentía», la decepción por la «poca honestidad intelectual», la rotunda afirmación de que «miente Moradiellos» o el vago reproche de que nuestro subtítulo sea idéntico al título de uno de sus seis libros (decimos bien: seis hasta el presente) dedicados al asunto debatido. Sólo en un aspecto debemos conceder al señor Moa toda la razón en sus protestas: la «fajilla» que promociona el libro es «equívoca» y «descortés» (dijimos en la presentación y reiteramos ahora) porque el libro no es una réplica puntual a las tesis de nuestro prolífico contrincante y sólo de un modo global podría entenderse como una lectura interpretativa alternativa a la que él hace de la guerra civil española. Sobre ese «truco publicitario» de eficacia mediática no tenemos ninguna responsabilidad original. Pero asumimos con pesar la cruz correspondiente porque tampoco nos hemos declarado incompatibles con el producto ni hemos renunciado a la distribución del mismo (entre otras cosas, por no considerarlo un ultraje personal para quien no ha dudado en titular con el mismo rótulo de la fajilla uno de sus seis libros).

Simplificación abusiva

Por lo que respecta al núcleo de nuestras diferencias interpretativas con el señor Moa, nos permitimos enunciar las reservas básicas con la debida premura por indisponibilidad de espacio (afortunadamente obviada en las mencionadas páginas digitales). Según nuestro leal y siempre falible saber y entender, la labor del señor Moa se halla seriamente lastrada por graves defectos historiográficos: persiste en simplificar abusiva y apasionadamente los complejos procesos históricos tratados; se inclina a lograr una efectista coherencia argumentativa a costa de crecientes dosis de dualismo interpretativo claramente maniqueo; y evidencia una parcialidad acrítica en el uso selectivo de fuentes bibliográficas, hemerográficas y archivísticas. Sin olvidar un hecho nada baladí: su supuesta «revisión a fondo de las versiones sobre nuestro pasado reciente» es poco novedosa porque coincide esencialmente con lo que fue doctrina oficial historiográfica durante los casi cuarenta años del régimen franquista. Lamentamos la molestia que causa esta afirmación, pero cualquiera puede acudir a las obras de Arrarás, Martínez Bande o La Cierva para apreciar su veracidad.

Puestos a probar sumariamente la pertinencia de ese juicio negativo, baste contrastar las afirmaciones del señor Moa en algunas cuestiones cruciales con el conocimiento acumulado por varias décadas de investigación histórica serena, ponderada y afecta del «dictum» clásico: escribir historia «bona fides, sine ira et studio» (con buena fe interpretativa, sin encono partidista apasionado y tras meditada reflexión sobre todos los materiales informativos disponibles).

Afirma el señor Moa en uno de sus libros (y repite con ocasionales cambios en otros): «La República nació quemando bibliotecas y centros de enseñanza y cerró innecesariamente escuelas, colegios y facultades universitarias sólo por su carácter religioso». Cuando lo cierto es que nació un 14 de abril de 1931 en medio de una insólita paz pública y al compás de una fiesta popular bien reflejada por los diarios de la época y registrada en las memorias de los contemporáneos (incluyendo, por cierto, el recuerdo de aquellos días legado por el general Franco). Porque abril de 1931 no es mayo del mismo año (momento de la quema de conventos) y porque si de algo podría vanagloriarse el nuevo régimen sería de este dato: una de sus primeras acciones, en abril, fue aprobar el plan de construcción quinquenal de 27.000 escuelas nuevas para sumar a las 32.000 existentes.

Sostiene el señor Moa en varias ocasiones que la República «hizo volver a España, en cierto modo, a las convulsiones del siglo XIX (...) y adoptó enseguida un tono jacobino, marxista y libertario». Y frente a este ejemplo de esquematismo apasionado y maniqueo le preguntábamos en su momento: ¿No es abusivo comparar un quinquenio con todo un siglo? ¿No sería, en todo caso, más preciso compararlo con las convulsiones del trienio bolchevique (1919-1923)? ¿No resultaría más pertinente discriminar entre el período de Gobierno provisional, el primer bienio azañista o el último semestre frentepopulista, por respeto al principio diacrónico en el análisis histórico? ¿O debe asumirse que estaba escrito el guión de julio de 1936 en el resultado de las elecciones municipales de abril de 1931, con su teleológico supuesto de que «la guerra era inevitable»?

De igual modo, la atención del señor Moa hacia el impacto devastador de la insurrección socialista y catalanista de octubre de 1934 sobre la estabilidad del régimen republicano peca por exceso al negarse a contemplar que las estrategias insurreccionales, instrumento político de la «ideología de la violencia» que se extiende durante el quinquenio, no eran monopolio exclusivo ni siquiera originario de esos movimientos políticos. ¿Acaso no ensayaron antes, aunque con menor fortuna, esas estrategias los movimientos carlistas, monárquicos alfonsinos y falangistas? ¿Por qué minusvalora con tanto desdén la intentona militar reaccionaria de Sanjurjo en agosto de 1932? ¿Por qué no atiende al hecho de que el Gobierno presidido por Azaña, tachado de «promotor abierto del extremismo», se enfrentó y aplastó durante su mandato varias insurrecciones libertarias y huelgas proto-insurreccionales de inspiración comunista? Y lo más importante: ¿Por qué se niega a considerar que esa estrategia insurreccional de asalto violento al Estado tuvo como origen legitimador el golpe militar de septiembre de 1923 del general Primo de Rivera, trágico final de un sistema liberal representativo que mal que bien había terminado con esa tradición política tras aplastar la tercera guerra carlista?

El mismo descuido negligente manifiesta el señor Moa al considerar el asunto del número de combatientes extranjeros que tomaron parte en la guerra civil, infracuantificando el volumen de los que lucharon con Franco y sobredimensionando el de los presentes en filas republicanas. Como le hemos demostrado en varias ocasiones, no fueron «unos 70.000 italianos, 15.000 alemanes, y menos de un millar de portugueses y otros tantos irlandeses, en la zona nacional». Según fuentes archivísticas fidedignas de cada uno de esos estados, fueron 78.474 italianos, 19.000 alemanes, casi 10.000 portugueses y unos 700 irlandeses (más 70.000 marroquíes en tropas coloniales). Tampoco es cierto que la República contara con 60.000 brigadistas internacionales: fueron 34.111 (según el archivo recién abierto de la Comintern en Moscú). Y ninguna fuente avala que los soviéticos en España superaran la cifra de 2.000 y llegaran a ser 15.000 (la apertura del archivo del servicio secreto militar soviético demuestra que fueron algo menos de 2.100).

La sordera del señor Moa ante esas reiteradas observaciones (y otras aquí imposibles de registrar, como el desmentido de que el asesinato de José Calvo Sotelo fuera un «crimen de Estado» inducido y preparado por Indalecio Prieto) nos induce a mantener un razonable escepticismo sobre la utilidad de nuestro prolongado debate. Y otro tanto nos produce su sorprendente elusión de un hecho decisivo a la hora de entender cómo la contingencia de una guerra evitable pudo convertirse en cruenta realidad. Porque, paradójicamente, el señor Moa oblitera que la guerra fue el resultado de un golpe faccional protagonizado por un sector del Ejército amplio pero no abrumadoramente mayoritario.

Sencillamente: si el golpe del 17 de julio de 1936 hubiera sido la empresa unánime de toda la corporación militar, como en 1923, nada se habría interpuesto en su camino (ni la legalidad constitucional ni la contestación callejera de milicias armadas en depósitos militares). Lo contrario también es cierto: si el Ejército en su abrumadora mayoría hubiera permanecido leal a las autoridades constituidas, habría podido aplastar toda tentativa insurreccional (ya reaccionaria, como en 1932, ya socialista, como en 1934).

Fractura del Ejército

El problema residió en esa fractura del Ejército evidenciada en el verano de 1936 y en el carácter faccional del pronunciamiento, que fue resistido con éxito por una parte considerable de las fuerzas armadas en la mitad del país más poblada y modernizada, abriendo la vía a la guerra civil. Este hecho clave es sistemáticamente orillado por el señor Moa en la medida en que pone la responsabilidad final (que no la única) de lo que vino después en aquellos que concibieron y protagonizaron tal golpe faccional. Lo recordaba en sus memorias una figura civil clave de aquella empresa: «Aunque la hipótesis de la guerra civil estaba prevista, el designio del Movimiento no era precisamente el de encenderla» (Serrano Suñer). Y lo reiteró un ilustre historiador que también fue combatiente en las filas franquistas: «En general, los conspiradores pecaron de superficialidad y optimismo; subestimaron al adversario y supervaloraron su propia influencia en las filas militares» (general Salas Larrazábal).

Excusamos insistir en estos asuntos porque resultan reveladores del sentido de la obra del señor Moa que, en nuestra humilde opinión, contraviene varios principios básicos del género historiográfico (por más que tenga indudables virtudes retóricas). Y por eso mismo, como hemos hecho en otra ocasión, le recomendamos con templanza que procure actuar en el porvenir a tono con el digno pero incumplido «desideratum» que cierra uno de sus libros: «Sin usar el pasado como arma arrojadiza o para envenenar la aceptable convivencia cívica actual».

Enrique Moradiellos es historiador.


Saludos,
Pedro Insua
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J.M. Rodríguez Pardo



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MensajePublicado: Dom Oct 03, 2004 12:38 pm    Ttulo del mensaje: Moradiellos y sus reiteraciones abusivas Responder citando

Estimados amigos:

Moradiellos se repite más que la fabada; este texto lo ha reiterado hasta la saciedad en El Catoblepas, en forma de artículo una y otra vez. Ya es sintomático acusar de retórica a su contrincante, cuando él no hace más que desviar la atención sobre los supuestos errores de Moa. Antológico es decir que la II República nació de forma tranquila, diciendo que el mes de mayo ya había avanzado mucho. Si en un mes ya se estaban produciendo incidentes de consideración, mejor que Moradiellos se olvide de sus cuantificaciones temporales. No menos antológico es decir que los regulares africanos, los moros, eran tropas extranjeras. Debemos suponer entonces que las tropas moras que frenaron la sublevación de Sanjurjo en 1932, por orden de Azaña, eran el comienzo de la intervención extranjera en España. En fin, surrealista. Si no fuera tan reiterativo y pesado, Moradiellos sería un cómico de primera.

Un saludo cordial,
José Manuel Rodríguez Pardo.
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Felipe Giménez Pérez



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MensajePublicado: Lun Oct 04, 2004 2:33 pm    Ttulo del mensaje: Muertos Responder citando

Estimados contertulios: Al final yo creo que la última línea de defensa que le quedaría a Moradiellos sería ponderar la crueldad de los franquistas en el número de ejecuciones irregulares, matanzas en masa, venganzas, etc. No sé cuántos fusilaron los franquistas y si de forma indiscriminada o selectiva y si de forma irracional o lógica y de forma justificada. No sabemos por ahora la cifra de represaliados por Franco con pena de muerte y fusilados. César Vidal habla de 11.700 fusilados en Madrid durante la Guerra Civil Española por el Frente Popular sobre todo por Carrillo, que hizo en 1936 unas cuantas sacas de Madrid y los transportó a Paracuellos. En fin, que tras profundos estudios resulta que Franco tenía razón. Atentamente,
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Íñigo Ongay de Felipe



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MensajePublicado: Lun Oct 04, 2004 5:51 pm    Ttulo del mensaje: Responder citando

Estimados Contertulios:

Por lo que se lleva publicado en el avance, parece que el número 32 de El Catoblepas va a ofrecer, como cuadra a las fechas de este 70 aniversario, una especial atención a la "revolución de Octubre de 1934": de momento contamos en la edición de este mes de nuestra revista con tres textos muy recomendables de F. Alamán, Tuñón Aza y Antonio Sánchez Martínez , además de un Rasguño de Gustavo Bueno en el que el filósofo español profundiza en este asunto, que ya había tocado en alguna de sus últimas obras ( particularmente en El Mito de la Izquierda y en El Panfleto contra la democracia realmente existente)


Atentamente
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Íñigo Ongay de Felipe



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Mensajes: 371
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MensajePublicado: Mar Oct 05, 2004 5:36 pm    Ttulo del mensaje: Responder citando

Más análisis sobre "Octubre de 1934", esta vez en la vertiente más secesionista de este movimineto, la que pudo adoptar en Cataluña. La edición de hoy de Libertad Digital, trae este interesante artículo de Pío Moa:


Cita:
En torno al 34
Cómo se fabrica un mito: Companys
Pío Moa

La inmensa mayoría de los catalanes se mantuvo al lado de la legalidad, y la intentona de la Esquerra cayó en medio del mayor ridículo La preparación de la guerra civil a lo largo de 1934 por el PSOE y por la Esquerra nacionalista catalana puede considerarse hoy un hecho histórico firmemente establecido. En cuanto a la Esquerra, su dirigente Companys se esforzó en crear en Cataluña un clima insurreccional y en preparar los medios para la rebelión contra un gobierno legítimo, valiéndose, con dolo, de los instrumentos que la legalidad ponía a su disposición, que eran muchos.

Y cuando, el 5 de octubre, aprovechando un cambio de gobierno totalmente legal, el PSOE se lanzó a la guerra en toda España, Companys esperó todavía a ver cómo se desarrollaban los acontecimientos, mientras cortaba las comunicaciones terrestres con Madrid, trataba de imponer la huelga general en Barcelona, y ocupaba esta ciudad con sus milicias armadas, conocidas como "escamots". Entre tanto hacía creer al gobierno que sus medidas se dirigían a impedir una subversión anarquista totalmente imaginaria. Al día siguiente, las noticias de estallidos revolucionarios en numerosas provincias y en Madrid le decidieron a saltar al ruedo a su vez, y al atardecer de ese día proclamó la rebelión contra un "golpe fascista" en Madrid. Puede decirse que había engañado al gobierno con la supuesta insurrección anarquista y ahora engañaba a los catalanes con el no menos falso golpe fascista.

Es sabido cómo terminó la aventura. A pesar de que disponía de miles de milicianos y del control sobre la Guardia de Asalto y, en menor medida, sobre la Guardia Civil, y de fuertes infiltraciones en el ejército, contra una guarnición de sólo unos centenares de soldados, Companys se rindió en la madrugada, tras pasarse la noche él y su consejero de orden público, Dencás, llamando a los catalanes a la lucha para derribar al gobierno democrático e imponer prácticamente la secesión.

La inmensa mayoría de los catalanes se mantuvo al lado de la legalidad, y la intentona de la Esquerra cayó en medio del mayor ridículo. Y sin embargo antes de medio año Companys se había convertido en algo así como un héroe legendario para muchos catalanes y no catalanes en toda España. El mecanismo de esta extraordinaria transformación merece un pequeño estudio.

Como consecuencia del asalto a la legalidad constitucional, hubo fuertes presiones para abolir la autonomía catalana, dándola por fracasada, así como para proscribir a los partidos guerracivilistas, incluyendo a la Esquerra. Sin embargo el gobierno prefirió una actitud moderada. Los partidos no fueron prohibidos, la autonomía fue solamente suspendida hasta que se normalizase la situación, y sólo los periódicos oficiales de la Esquerra fueron pasajeramente clausurados, medida sin apenas efecto porque reaparecieron de inmediato con otro nombre.

Y estos periódicos, convertidos en plataforma de una campaña extremadamente emocional y patriotera, lograron cambiar el completo descrédito inicial de Companys, en una imagen de gloria y martirio al servicio de Cataluña y de la democracia.
Hazaña propagandística todavía más notable cuanto que el comportamiento de los líderes esquerristas en el proceso subsiguiente careció de toda altura moral o política: se limitaron a negar la evidencia. Ellos no se habían rebelado. Había sido el pueblo el que se había rebelado espontáneamente, y el gobierno de Companys se había limitado a dar un "cauce" a aquel movimiento para evitar que se descontrolase y cayese en la anarquía. Los interrogatorios, como he expuesto en el libro recién aparecido 1934 Comienza la guerra civil, cayeron en lo surrealista cuando los acusados afirmaron creer que los pocos soldados provistos de dos pequeños cañones que asediaron la sede de la Generalidad eran o podían ser anarquistas. No les faltaba aplomo.

El defensor, Ossorio y Gallardo, sostuvo la misma historia. Según él, Companys y los suyos habían cumplido con su deber para evitar el caos, y en todo caso sólo podían ser acusados por un artículo de la ley que tipificaba el intento de derrocar al gobierno constitucional. Un miembro del tribunal llamado Sbert y próximo a la Esquerra, lo mejoró: los procesados no habían intentado cambiar el gobierno, sino el Estado. Pero como ningún artículo legal penaba de modo explícito tal cosa, la rebelión de Companys debía considerarse un acto "político y legítimo". La prensa de la Esquerra encontró "consistente y moderna" esta versión, digna de los hermanos Marx. En adelante, tratar de derribar el Estado Republicano debía considerarse una especie de deporte. Toda la historia del proceso, de no estar envuelta en la tragedia (el golpe de Companys provocó más de cien muertes en Cataluña) podría dar lugar a un espléndido relato humorístico.

Este comportamiento absolutamente falto de responsabilidad política e histórica no mermó la renaciente popularidad de Companys. Sus partidarios proclamaban a voz en cuello: "Companys, el presidente de la Generalitat es el primer luchador de Cataluña" "En el banquillo de los acusados, siete hombres de Cataluña. Y en torno al estrado y al banquillo, y fuera, el pueblo"; "Companys y Cataluña. Gómez Hidalgo ha establecido la magnífica ecuación. Companys y Cataluña se encontraron juntos el 6 de octubre. Y no se separarán más" "Companys es Cataluña. Cataluña es Companys" Y así incansablemente en titulares de prensa, folletos de propaganda, octavillas. La prensa de izquierdas en toda España presentaba a los héroes del 6 de octubre como personajes simpáticos, afectuosos, excelentes personas víctimas de unas desdichadas circunstancias en cuyo detalles, lógicamente, no entraban.

Por su parte, Companys sabía animar la función: "El veredicto que nos importa es el que pronuncie en su conciencia íntima el pueblo. Ya que nuestros defensores han hablado del juicio de la Historia, declaramos que esperamos tranquilos su veredicto definitivo, con orgullo en el corazón y conciencia limpia". El pueblo había pronunciado su fallo al desoír los llamamientos de Companys aquel 6 de octubre, pero él y la Esquerra no lo tuvieron por inapelable. Creían que una buena campaña de propaganda puede cegar las evidencias más crudas, y los hechos parecen haberles dado la razón.

¿Puede, realmente, tener ese efecto una campaña así? Sí, desde luego, pero con una condición: que no sea contrarrestada mediante una tenaz e insistente contracampaña. Rebatir falsedades tan groseras no es empeño agradable, obliga a entrar a veces en el terreno del disparate y a emplear tiempo en explicar lo que debiera ser obvio. Sin embargo no queda otro remedio, porque los falsos mitos tienen un efecto desastroso. Todavía hoy políticos e historiadores nacionalistas cultivan insistentemente la falsificación de la historia y fomentan el culto al golpismo y a personajes poco recomendables. No es sano que en Cataluña se tenga por héroe a Companys y no a Pla, o que en las Vascongadas ocurra lo mismo con Arana y no con Unamuno. Tales cosas indican cierto grado de insania colectiva, y conviene rebajarlo en lo posible




Atentamente
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Miguel A. Navarro Crego



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MensajePublicado: Mar Oct 05, 2004 11:27 pm    Ttulo del mensaje: Preguntar por un debate sobre el 34 organizado por Nódulo Responder citando

Queridos contertuliosy foristas:
Este mensaje es para hacer una pregunta, a tenor de lo siguiente.
Antes de ayer, el lunes cuatro, en la Facultad de Filosofía me encontré por casualidad con Tomás García López, que creo que es el secretario de Nódulo.org. Iba apurado de tiempo pues estaba buscando a los profesores Girón y David Ruiz . Me dijo que , desde Nódulo, estaba intentando organizar un debate, creo que en el Club de Prensa Asturiana , entre los citados profesores de Historia y Pío Moa. Si mal no recuerdo me dijo que para el jueves 7 de los corrientes. ¿Alguien me puede confirmar esta noticia ?. De ser cierto ¿Darán la cara los citados profesores? ( Me parece que el bueno de Tomás-- al que conozco desde el 87 cuando era un profesor muy querido en Tineo -- no lo veía muy claro).
Los que vivimos en las "Ex-cuencas mineras" sabemos la aureola mítica que tiene la "revolución del 34" por estos pagos, que fueron los protagonistas escénicos de aquellos acontecimientos .Muchos recordamos las celebraciones alborozadas que desde la izquierda se organizaron en el 84 y en el 94:
Un saludo amistoso de Miguel Ángel
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Pedro Insua Rodríguez



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MensajePublicado: Mie Oct 06, 2004 12:00 am    Ttulo del mensaje: Responder citando

Estimados foristas:
Ayer tuvo lugar en Madrid la presentación del último libro de Pio Moa 1934: Comienza la guerra civil. En El Mundo tuvo después uno de esos encuentros digitales; no deja de ser curiosa, aunque ya creo que a nadie llama la atención, lo polarizadas que están las preguntas, así como lo airado del tono de muchas de ellas: vean, vean...
Cita:
1. Buenas tardes, Don Pio, debo decirle que estamos de acuerdo en todas las afirmaciones que usted plantea en su libro. Sólo le queríamos pedir un favor, ¿Cuándo va a redactar igualmente la verdadera historia del holocausto (ya sabe usted que fueron los judíos los que hostigaron a los nazis)?. Muchas gracias y siga en esa linea, por favor. Un saludo de las juventudes Nazis.
Su ingenio me abruma.

2. ¿No le parece que en estos tiempos de confusión extrema que padecemos todo aquello que se aparta del guión de película de vaqueros que se nos vende está condenado al ostracismo?
Siempre se puede hacer un esfuerzo por salir de ostracismo.

3. ¿Cuantos muertos debemos a la izquerda comunista en el mundo?
Incontables, hay quien habla de 100 millones. Es posible.

4. Buenas tardes, ¿Usted se cree realmente toda esa serie de afirmaciones increíbles sobre la guerra civil española? Me gustan los provocadores que despiertan el debate intelectual en una sociedad aburguesada, pero ¿vale decir cualquier incongruencia con tal de suscitar la polémica? ¿Cuántos beneficios (libros vendidos) le ha reportado esa polémica gratuita?
No son afirmaciones gratuitas, sino el resultado de investigaciones. Y nadie las ha rebatido hasta ahora, excepto con insultos y palabras gratuitas como las de usted ahora. El libro va por los 80.000 ejemplares.

5. ¿usted cree que Hitler nos hubiera respetado hasta el final o hubieramos sido engullidos por sus ansias?
Si se refiere a la Guerra Mundial, lo más probable es que nos hubiera terminado invadiendo.

6. Sr Moa, ¿como es posible que los defensores de la libertad no seamos más beligerantes con los que encubridores de la represión de Castro
Eso mismo me pregunto yo.

7. ¿por que Europa no se introdujo con fuerza en la guerra civil española?
Porque temía la expansión de la Revolución española.

8. Me sorprende comprobar que muchos de los altos cargos del PP actual son hijos o sobrinos de los dirigentes franquistas. ¿Se ha heredado algo mas que el apellido? ¿como me puedo creer que son un partido nuevo con todo lo que quedo atras?
No sólo del PP, también del PSOE e incluso de IU, del PNV o de CIU. Si los que fueron comunistas o marxistas cambiaron un poco porque no iban a cambiar otros.

9. He leido su libro Sr. Moa y me ha parecido revelador. Dígame, que es lo que le pasó para que abandonase al PC y los GRAPO y paradojicamente adopte una posición teoricamente opuesta?
No lo abandoné sino que me echaron y no porque pensara de otra manera sino por peleas internas. No era tan listo como para pensar de otra manera entonces. Y tardé varios años en cambiar de opinión. Si le interesa puede leerlo en el libro De un tiempo y de un pais.

10. ¿como se puede seguir mentando el fantasma de Franco si yo a mis 27 años nací con él muerto? ¿Sentirán nostalgia del mal absoluto ciertos(cientos) progres?desde novelaria
Franco les obsesiona y siguen viendo la historia con la clave de franquistas o antifranquistas. Son incapaces de acercarse a la verdad pura y simple.

11. Veo en su foto una mirada cargada de odio. ¿Me equivoco?
Es usted muy amable. Yo creo que odio es poco. Diga mejor odio frenético.

12. Sirve de algo no olvidar el pasado? Parece claro que a pesar de tenerlo siempre presente el ser humano repite siempre los mismo errores...
Muchos errores se evitan si se conoce el pasado. Olvidarlo puede ser peligroso. Según cierto dicho, quienes olvidan la historia, están condenados a repetirla.

13. ¿NO CREE USTED QUE LA ACTUAL PROTESTA CONTRA LA GUERRA RECUERDA A UNA ESPECIE DE FRENTEPOPULISMO ACTUALIZADO?ACABAMOS DE ASISTIR, CASI, A LA TOMA DEL PALACIO DE INVIERNO.
En torno a la guerra, hay razones de peso a favor y en contra. Lo que no hay ninguna razón es para el carácter histérico y violento con que se está protestando actualmente en España.

14. Vivo en Barcelona y me sorprende cómo han calado las ideas nacionalistas entre la población, nacida aquí o inmigrante. Me temo que es un viaje sin vuelta atrás, ¿Usted qué opina? ¿Cómo luchar contra eso?
El nacionalismo catalán se basa en buena parte en la desvirtuación de la historia, lo que ocurre también en el resto del país. Cambiar eso es difícil pero soy optimista.

15. ¿Es cierto, como algunos dicen, que la única culpable de la guerra civil fue la II República?
No la República sino los políticos que se sublevaron contra ella. Empezando por los anarquistas, con tres insurrecciones, Sanjurjo, los socialistas, comunistas y nacionalistas catalanes que se sublevaron en el 34 contra un gobierno legítimo o el propio Azaña, que al perder las elecciones intentó dos golpes de Estado. Se olvida que Franco fue el último en sublevarse. Si todos los políticos hubieran hecho como él, la Guerra Civil no habría llegado. Esto suena asombroso debido a la desvirtuación imperante, pero los hechos son así.

16. ¿El resultado de la revolución del 34 habría sido un régimen al estilo soviético?¿que habría ocurrido con los republicanos burgueses tipo Lerroux o incluso Azaña?
La intención de los socialistas declarada textualmente era una Guerra Civil para imponer una revolución de tipo soviético. Lerroux habría sido liquidado inmediatamente y a Azaña quizás le hubieran dejado como una figura decorativa.

17. ¿Cree usted que el alzamiento de julio del 36 se hubiese producido sin la reforma militar de Azaña?
No tiene nada que ver con ella. El mismo Franco dijo que estaba bien concebida.

18. ¿Cree usted en las medidas de reinserción de los presos etarras?¿Fomentaría usted esas medidas?
En general, no. Con excepciones y garantías.

19. Señor Moa. el profesor Gustavo Bueno dice que los actos realizados por una persona quedan irremediablemente inscritos en su biografía. ¿Hasta qué punto le condiciona a usted haber sido militante de los Grapo?
Es parte de mi pasado y me permite conocer a fondo lo que hay en ese tipo de movimientos. Y del marxismo en general, cosa que muchos ignoran.

20. En principio enhorabuena por su libro, lo estoy leyendo con verdadero interes y me alegro de que alguien empiece a contar la verdad de la Guerra Civil. ¿ Se siente apoyado por los historiadores o es usted una excepción entre ellos ?
Me han apoyado explícitamente historiadores como Stanley Payne, Seco Serrano, César Vidal y otros. Algunos me han transmitido su apoyo pero hay un cierto temor a hacerlo público debido al predominio de la izquierda en la Universidad que puede traerles incluso malas consecuencias profesionales. De todas maneras, creo que como mis estudios se acercan bastante a la verdad estas tesis terminarán imponiéndose.

21. Aunque supongo que criticar a la republica ya le bastaría para ganarse las iras de la izquierda ¿era necesario -o justificado- hacer una defensa 'explícita' de franco? Con ello le ha dado a los 'republicanos' una excusa para desviar el meollo del libro
Si en la República había un peligro revolucionario como indiscutiblemente lo había es evidente que Franco nos salvó de él. Después hubo una larga dictadura, pero no todas las dictaduras son iguales. De la de Franco España salió como un país muy próspero y maduro para la democracia. De la de Fidel Castro, por ejemplo, Cuba saldrá como un país arruinado donde la democracia será difícil de implantarse.

22. He leido su libro con detalle abrumado por la cantidad de fuentes,,como es posible que tantos nos hallan engañado tanto tiempo? al menos 25años...está seguro de todo? gracias
Yo empecé mis libros partiendo de las tesis hoy en boga, al investigar las fuentes pude constatar cómo la mayor parte de dichas tesis son falsas. Y lo son hasta un grado que a mí me ha sorprendido mucho. Concuerdo con Paul Johnson en que es uno de los sucesos del siglo XX sobre el que más se ha mentido.

23. ¿Cree Vd. que aquella guerra fue algo inevitable e incluso necesario (aunque suene terrible), o por el contrario los problemas que habían en el año 36 se podían haber resuelto de otra forma?
La guerra, posiblemente, se pudo haber evitado si Alcalá Zamora, un derechista, hubiera permitido a la CEDA terminar la legislatura. Al impedirlo en el momento de mayores odios en el país hizo prácticamente imposible evitar lo que ocurrió. Creo que él y Largo Caballero son los principales responsables de aquella guerra.

24. ¿Qué opinión le merece la obra de Edward Malefakis sobre la Ley Azaña de Reforma Agraria de 1932? A muchos que nos considerábamos socialistas en el franquismo nos vacunó al hacernos ver como una constante que los socialistas españoles nunca han sabido estar a la altura de las circunstancias históricas.
La obra de Malefakis es muy buena, aunque no se libra de algunos desenfoques de tipo progresista. Ciertamente, el PSOE tiene una historia con tremendos puntos negros.

25. Decía un periodista amigo suyo, Federico J. Losantos, que tendría una buena opinión de Francos si hubiese dejado el poder a los pocos años de terminada la guerra civil e iniciara un proceso de democratización. ¿Está usted de acuerdo?
No me gusta entrar en futuribles. La historia fue como fue y debemos aprender de ella en lo posible. Los deseos, en buena medida, son futiles. A mí me hubiera gustado que el número de demócratas en España fuera mayor por entonces.

26. Se suele considerar que, dentro del PSOE, Besteiro representaba la moderación y Largo Caballero el radicalismo. ¿Donde situaría a Indalecio Prieto?
Prieto fue uno de los principales causantes de la guerra al inclinarse por Largo Caballero y contribuir a la marginación de Besteiro, que era el único que entonces defendía un socialismo moderado y democrático.

27. ¿El nacionalismo español no desvirtúa la historia?
Todos los nacionalismos suelen desvirtuar la historia, unos en mayor medida que otros.

28. ¿Cuántos muertos debemos a la derecha reaccionaria en el mundo? ¿O de ésos no hay cálculos?
Si por derecha reaccionaria quiere decir los nazis, se le deben todos los muertos en los campos de concentración, que entre judios, y otras minorías y prisioneros soviéticos deben ascender a unos 8 millones. A parte, los muertos de la Guerra Mundial se deben fundamentalmente también al nazismo. Otros regímenes reaccionarios causaron bastantes muertos, pero en general a una enorme distancia de los nazis o los comunistas.

29. Buenas tardes, Sr. Moa. He leído hoy que dirigentes del PSOE presentaban a Largo Caballero como un 'pacifista'. ¿Qué opina? Gracias por su respuesta.
Si es así, lo dice todo sobre esos dirigentes del PSOE.

30. Buenas tardes. En su opinión, que otros historiadores han escrito de manera más veraz sobre la Guerra Civil española?
Los hermanos Salas Larrazabal, Martinez Bande, Bolloten, Stanley Payne, Richard Robinson, entre los que pudiéramos llamar clásicos. Se puede incluir a Ricardo de la Cierva, cuyos trabajos, tan criticados, se acercan mucho más a la verdad que los de sus críticos.

31. ¿Cómo cree que ha tratado la Izquierda española la guerra en Irak?
De manera histérica, desproporcionada, y tratando de utilizarla para crear en España un ambiente de odio y violencia.

32. ¿Los terroristas merecen una segunda oportunidad?
¿Quiere decir otra oportunidad de hacer terrorismo?

33. El final de su libro parece una apología del régimen que siguió a la guerra civil. ¿Cual es su opinión sobre el régimen franquista?. Gracias.
No es una apología, sino un recordatorio de numerosos hechos que están siendo ocultados por una propaganda sectaria. La historiografía debe ir a los hechos y analizar críticamente la propaganda. Creo que el franquismo, aún siendo una dictadura, evitó una dictadura de tipo soviético mucho más dura. Piense usted que las propias izquierdas terminaron sublevándose contra Negrín y los comunistas, a pesar de que Franco no les prometió clemencia. Entre Negrín y Franco eligieron a Franco. Así terminó la Guerra Civil. Si eligieron a Franco es porque tenían una experiencia de lo que eran los comunistas.

34. Sr Moa ¿ideologicamente se considera una persona reaccionaria?
En el sentido de que trato de reaccionar contra ciertas ideologías, que se presentan como progresistas y que progresan hacia el abismo, sí.

35. ¿Cuando y porqué calló del caballo camino de Damasco? ¿Cuando vio la luz para abandonar los GRAPO?
Ya respondía antes. No hubo ningún caballo ni ningún Damasco.

36. ¿Le ha sorprendido el enorme exito de su ultimo libro? ¿Sabe si sus lectores son especialmente jovenes?
Me ha sorprendido enormemente. Y me ha alegrado mucho constatar el gran número de jóvenes que lo leen.

37. Sr Moa¿En un pais que se alimenta de series de Tv como Hotel Glamour , cronicas Marcianas, Ana y los siete, ¿Tiene alguna posibilidad de aceptar la historia tal y como fué y aún más será capaz de valorar los hechos actuales tal y como son? O es posible que nuestra sociedad esté creando una masa de imbéciles iletrados alumbrados por una izquierda destructora apoyada por un marketing del consumo con un efecto perverso?
La televisión, en general, me parece nefasta. Rara vez la veo. Quizá por eso soy optimista.

38. Cuando en el programa del Sr. Dávila afirmó que la represión franquista no es nada comparable con la sovietica tras la segunda guerra mundial ¿Quiere restar crueldad a la represión franquista? ¿No son para usted bastante 22000 fusilados entre 1939-1942?
Para mí y para cualquiera, 22.000 fusilados son muchos, pero, claro, millones son muchos más. ¿Le quita o le pone esto crueldad en su opinión?

39. Su libro me parece ofensivo y estupido. Como dijo un historiador de derehcas, UD. no ha descubierto la derecha, ha descubierto el franquismo, pero no el de 1973, sino el de 1940. ¿Como puede considerar juicios los simulacros millitares de la posguerra? ¿Como puede negar que hubo represion salvaje, ademas de la 'reglada' que tanto admira? ¿Los cuerpos que empiezan a aparecer en las cunetas no le dicen nada? ¿Como puede ocultar los asesinatos de los pistoleros de las patronales, las maniobras de la derecha golpista, los asesinatos de los provocadores falangistas? Parece que a su juicio España esra un paraiso democratico sin caciques ni hambre ni explotacion... Vergonzoso
Pregunta usted demasiado para contestar en tan poco espacio. Si hubiera leído mi libro creo que no se habría molestado en hacer preguntas tan tontamente ofensivas y estúpidas.

40. Señor Moa, durante la Guerra Civil una parte de España estaba en manos de Stalin. Durante el franquismo, mejoramos nuestra situación gracias a EEUU. Ahora volvemos a alinearnos con EEUU. ¿Estamos condenados a vivir entre los yanquis y el soviet, como decía Maeztu?
No creo que mejoráramos gracias a EE.UU. Nuestra democracia es de las pocas de Europa que no debe nada a los norteamericanos. Ha llegado un poco tarde, pero ha llegado bien. Como decía Madariaga, la URSS intenta degollar nuestra libertad y USA degollar nuestra cultura. En fin, hay mucho que discutir sobre eso.

41. Sr Moa, sin la guerra contra los que querían instalar un régimen Leninista, cree usted que los Españoles seríamos hoy los vendedres de la farola en Francia?
Muy probablemente.

42. ¿Le complace ser el historiador de moda entre la derecha más cavernaria?
Y también entre la izquierda, a pesar de sus insultos y sus apelaciones a la censura. No me esperaba una reacción tan cerril, la verdad.

43. Sr.Moa. La subida al poder de forma antidemocrática por parte del Frente Popular se produjo a través de actos sociales beligerantes contra el gobierno legitimamete constituido de Gil Robles. ¿No cree que esa situación se está repitiendo?
El Frente Popular llegó de manera, en principio, democrática, aunque inmediatamente se aplicó a vulnerar la Constitución y a intentar aplastar a la derecha. Es cierto que la izquierda en España nunca ha sufrido un gobierno de la derecha. Y ahora se ven ciertas similitudes con lo que pasó entonces, aunque por fortuna, con menor violencia.

44. Tras leer su 'introduccion' he de decir que me ha encantado la parte en la que las izquierdas no aceptan el resultado de las urnas y a continuacion la derecha hace una represion 'escasamente sangrienta' que culmina con la sublevacion del 17 Julio. Todo ello tras esbozar el concepto de caciquismo, pero sin entrar, astutamente, en su repercusion electoral. Las guerras siempre estan llenas de mentiras y para prueba la actual. Pero caer ya en la introduccion en lo mismo que se critica a los historiadores precedentes no deja de tener su miga...
Las elecciones de 1933 fueron dirigidas por un gobierno de centro-izquierda y las de 1936 por un gobierno de centro hostil a las derechas. El caciquismo no tuvo la menor intervención en ello. Salvo casos excepcionales, probablemente inferiores a los resultantes del empleo de la violencia por las izquierdas, tema reconocido por el propio Azaña.

DESPEDIDA

Muchas gracias a todos por vuestras preguntas, incluyendo las malintencionadas, que siempre dan cierta sal a la conversación.

Saludos,
Pedro Insua
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Pedro Insua Rodríguez



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MensajePublicado: Mie Oct 06, 2004 12:08 am    Ttulo del mensaje: Responder citando

Perdonad, pero me he confundido: esta entrevista es del 9 de abril de 2003, con ocasión de la publicación del libro Los mitos de la guerra civil. No sé por qué, pero me apareció hoy en el correo, a través del sistema de "Alerta" de Google.
Perdón por el despiste...
Saludos,
Pedro Insua
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J.M. Rodríguez Pardo



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Mensajes: 1423
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MensajePublicado: Mie Oct 06, 2004 8:09 am    Ttulo del mensaje: Re: Preguntar por un debate sobre el 34 organizado por Nódul Responder citando

Estimados amigos:

En respuesta a Miguel Ángel he de señalar que hoy 6 de octubre a las 19:30 en el Ateneo Jovellanos de Gijón habrá una conferencia de Pío Moa para presentar su nuevo libro sobre octubre de 1934. El día 7, es decir, mañana, a las 20:15 horas, está programada en el Club de Prensa de La Nueva España una mesa redonda sobre este acontecimiento, para la que se ha invitado a Francisco Erice y José Manuel Girón. Esperamos que acudan, pues incluso se ha retirado toda la publicidad del nuevo libro de Moa, que ellos pedían como condición para acudir, y se ha cambiado la composición de la mesa redonda sólo por ellos. Tengamos confianza por el momento, aunque personas como yo ya estamos curados de espanto con la actitud de determinados ex izquierdistas definidos pasados a izquierdistas indefinidos.

Un cordial saludo,
José Manuel Rodríguez Pardo.
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J.M. Rodríguez Pardo



Registrado: 10 Oct 2003
Mensajes: 1423
Ubicacin: Gijón (España)

MensajePublicado: Mie Oct 06, 2004 8:25 am    Ttulo del mensaje: Octubre de 1934, setenta años después. Responder citando

Estimados amigos:

En realidad, el debate de Nódulo Materialista se celebrará el jueves 7 de Octubre a las 20 horas en el Club de Prensa de La Nueva España en Oviedo. Toda la información sobre los ponentes y la mesa redonda pueden leerla en el siguiente enlace.

http://www.nodulo.org/act/034.htm

Un cordial saludo,
José Manuel Rodríguez Pardo.
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Antonio Romero Ysern



Registrado: 12 Oct 2003
Mensajes: 386
Ubicacin: Aracena (España)

MensajePublicado: Jue Oct 07, 2004 12:53 pm    Ttulo del mensaje: RETRANSMISIÓN DEL DEBATE Responder citando

Estimados amigos:


Desde la página de El Catoplepas se anuncia que el debate mencionado en mensajes anteriores puede ser seguido por Internet desde la página del periódico La Nueva España.

Un saludo.
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