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José Mª RodrÃguez Vega
Registrado: 11 Oct 2003 Mensajes: 1429
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Publicado: Mie Ago 17, 2005 10:27 am Título del mensaje: El conatus y la libertad y la paz. |
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<No se gobierna sino con espuelas y con botas.> (Napoleón Bonaparte. Memorial de Santa Elena.)
Nunca sabremos si los 17 militares muertos en Afganistán son debidos a un accidente o a un ataque. Materialmente, un muerto es un muerto, y a esto le es por completo indiferente las contingencias y causas que conducen a la desorganización del cuerpo. Un muerto es tan muerto en un accidente de tráfico cómo en un ataque bélico. Lo que queda es ya cosa de los vivos.
Libertad Digital recoge la noticia sobre este desastre y dice:
<Zapatero destacó que los soldados participaban "en una misión de Naciones Unidas y aprobada en el Parlamento español" para ayudar en las elecciones parlamentarias afganas y que se trata de una "misión humanitaria y de paz". El presidente dijo que los soldados cumplen su misión "con patriotismo y ejemplaridad", protegen a la población civil y se ocupan de las necesidades sanitarias. "Diecisiete de ellos han hecho honor a su promesa de dar su vida por defender la paz y la libertad", dijo......
“recordó que España cumple "un papel crucial en una misión humanitaria y de paz en Afganistán".>
La paz y la libertad... Por la paz y por la libertad... defender la paz y la libertad, ese es ahora el “honorâ€. No el honor por la Patria, sino por la paz y la libertad que valen más para este Zopenco botarate que en su mentira parece ignorar que sin Nación o Patria no hay ni puede haber ni libertad ni paz ni honor... En misión “humanitariaâ€. Ahora son patriotas muertos con “patriotismo y ejemplaridadâ€... antes lo fueron por el “egoÃsmo†del Aznar y del PP. Las guerras son diferentes según si son aprobadas por el parlamento o por la ONU, como si estas dos instituciones fuesen análogas u homólogas... como si ellas estuviesen en la esencia de la Verdad, de la verdad de la democracia, o sea, como si la democracia fuese un algo más excelso que el poder soberano o fuese otra cosa que un mero procedimiento para posibilitar mejor ese real poder. Cómo si esas dos guerras de Afganistán e Irak no fueran una sóla aún y siendo diferentes y provocadas por una misma estrategia... Aquella democracia vende, este poder real no vende. Tal es el sempiterno resultado de la confluencia estadÃstica dada por obra y gracia de la estulticia irremediable del pueblo. DecÃa Schopenhauer (junto con Maquiavelo y un montón de sabios), que “la verdad no puede aparecer desnuda ante el puebloâ€. Esta verdad enmascarada es la mentira de la ideologÃa de la “guerra justaâ€, como si la justicia tuviese algo que ver fuera del poder asentado, como si la justicia tuviese algo que ver allà donde precisamente lo que la fundamenta está en litigio, en conflicto, en guerra. Cuando alguien cree en un derecho fuera del poder real sólo podemos tener ante nosotros a un supino y parachutado ignorante o a un maquiavélico demagogo, el cual a veces puede ser tan ignorante como aquél populacho imbécil y parachutado. Una guerra es materialmente idéntica a cualquier otra guerra. Nada más. En ellas no puede haber distinción “en sÃâ€, dado que las distinciones son posteriores a la guerra misma y son establecidas en la paz y son fruto de la guerra misma, de sus victorias o derrotas.
Dos raseros para un mismo conatus, para un mismo apetito. La ignorancia del PSOE, de sus maquiavélicos dirigentes, sólo se debe al sacrificio de la Patria, a su destrozo distáxico, de aquà que nuestro Zopenco sea más ciudadano y demócrata que español, según él mismo dijo. Por lo demás son muy listos. La ideologÃa de una “Patria mejor†del progresismo es aquella Patria de los ensueños de un Agelus Silesius: <Hacia su verdadera Patria, el cielo amado>.
El perseveratum y el conatus de Espinosa, la voluntad de Schopenhauer, su “genio de la especie†y la “lucha por la vida†de Malthus y Darwin y hasta el gen egoÃsta de Dawkins son en cierto modo lo mismo: competencia por el perseverar, esto es: EGOÃSMO.
Una de las facetas del arte polÃtico estriba en saber disfrazar adecuadamente este egoÃsmo, y en esto el PSOE es genial, aunque lo tiene fácil, dado que lo que más gusta a las masas es el ser aduladas en sus prejuicios y boberÃas que arrastran al poner en vigencia con un retraso de tres siglos aquellas viejas ilusiones y phantasÃas del cusano y del kantismo. La comprensión precisa de ese natural egoÃsmo desvela las ideologÃas de las “guerras justas†y pone al descubierto la astucia de la razón que enmascara el hecho bruto de que todos los muertos son simplemente muertos, materia desorganizada.
Aquellos que se llenan la boca con la moral, con la “éticaâ€, deberÃan saber que esa astucia maquiavélica es lo más inmoral que cabe, pues cuanto más egoÃsta es tanto más acude al “honor por la paz y por la libertad†únicamente debido a que estas palabras son más aureoladas que la palabra clara y simple de la Patria y de sus eutáxicos y crudos intereses. La distinción entre muertos es el equivalente pusilánime a la distinción entre guerras. La distinción moral –y ética- es ya en sà misma una distinción de la victoria en las guerras, no una esencia por sà misma, sino por la esencia de la polÃtica y su conatus cuya raÃz es hasta etológica.
Si el PSOE fuese un partido patriota... serÃa el mejor partido que tomar uno pudiera... Más como no es patriota ni eutáxico, es el peor partido posible que imaginar uno pueda. Malditos sean! |
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José Mª RodrÃguez Vega
Registrado: 11 Oct 2003 Mensajes: 1429
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Publicado: Vie Oct 07, 2005 8:10 am Título del mensaje: La libertad como Patria. |
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Me comentaba mi amigo Saumell muy acertadamente, que los almodovarianos progres, tanto los misaires como los no misaires, adictos al PSOE y a la irresponsabilidad democrática, siempre están a favor del poder establecido, esto es, a favor de los nefastos gobiernos del PSOE, pues con Franco callaban como callan ahora y vivian tan bien como viven ahora. Y es que nada hay más cómodo que ser un reaccionario revestido con la pelliza del progresismo humanitarista, lo que le exime a uno de culpa y del trabajo de la reflexión.
Nuestro Zopenco ha dicho otra vez la sagrada y famosa aureolada palabra: "para mÃ, la patria es la libertad".
La libertad es lo que cualquier progre escupe por la boca a borbotones...
O lo que es lo mismo según este zapateril lumbreras: la libertad es anterior y mucho más importante que la patria, o la patria no se tiene y fundamenta para la seguridad y la libertad fÃsica frente a terceros, sino que la libertad es ella en sà misma (como principio general exento y ahistórico) el fundamento de los penates, de los antepasados, de sus luchas y sufrires; como si la lucha contra el francés en la guerra de la independencia, por ejemplo, hubiera sido por la libertad burguesa (libertad individualista y abstracta e interna) y no por la independencia de la Francia; como si las luchas de ocho siglos contra los árabes hubiesen sido por la libertad de propiedad o de expresión burguesas, &c., y no por la independencia fÃsica frente al enemigo y por la prosecución de la dependencia del Dios de los cristianos y de Roma. Pues antes es la libertad fÃsica frente al enemigo que no la libertad de los fines particulares. El telos del Estado, su finalidad, aparece como esencial, pero su finalidad no es ni ha sido nunca la abstracta libertad, sino los fines particulares y concretos (Cfr. Jellinek, TeorÃa general del Estado. FCE 2000, pág. 236). La libertad (de y en el Estado de derecho) no es sino un derivado jurÃdico posterior de la fundación del Estado, y tiene –según Jellinek- como supuesto “una doble oposición: primera, le de Iglesia y Estado; segunda, la de monarca y puebloâ€; antes de eso ningún individuo querÃa, por ejemplo, “liberarse de la coacción religiosa†(pág. 298). El Estado es contemporáneo del hecho jurÃdico, pero es anterior al hecho jurÃdico concreto de la libertad burguesa de propiedad, del Estado de derecho burgués, que es a la única a la que se puede referir nuestro Zopenco, si es que sabe de lo que habla.
Como decÃa Burke, “la libertad es poderâ€, pero el poder sólo es bueno (eutáxico) si va acompañado de la virtud polÃtica y las restricciones generales de todo derecho. La libertad sin prudencia ni virtud “es el peor de todos los males posibles; porque es locura, vicio y mentecatez, sin tutela ni freno†(E. Burke. Sobre la revolución francesa, FCE 1984, pág. 30) ¿Y qué es lo que puede poner tutela y freno a la libertad para que no sea el peor de todos los males posibles? Evidentemente que esa cosa que puede acotar al desenfreno de la libertad individual es el Estado, el Estado como voluntad como apetito, como hecho anterior a la libertad jurÃdica del individuo. Para que se de una libertad “de†o “paraâ€, primero hay que fundamentar el derecho y el derecho no se fundamenta en sà mismo sino en la fuerza: sola potentia determinantur, el derecho está determinado exclusivamente por el poder (Espinosa, Tratado polÃtico, Cap.II, 4) por mor del perseveratum, de la eutaxia, y cuando este poder es el poder de la multitud, “cuando el derecho está definido por el poder de la multitud se denomina autoridad polÃtica†(Ibid. Cap. II, 17).
Y he aquà que nuestro inefable presidente nos dice que para él es antes la libertad que el poder, que la patria, o que la libertad es su patria y encima esto nos lo dice desde el poder, desde el puesto que la multitud y por su poder le ha dado la autoridad polÃtica. O Zapatero es muy listo y sabe que la libertad suya es lo idéntico al poder de su patria, que patria, poder y libertad son hoy sinónimos, o es tonto de capirote por creer que haya una libertad sin patria o anterior a la patria u opuesta a la patria. Sea como sea, lo que no cabe duda es que este genio que nos gobierna (tan amigo de los sátrapas moros libres-????-) usa del poder de la libertad de su patria para acabar con ella, para desprestigiarla a los ojos del tonto pueblo –(tonto porque ignora su poder, el vector ascendente y el sentido vectorial de la relación)-, para buscar asà el apetito o voluntad polÃtica suya, no de su aureolada libertad, sino para poder entregarnos por entero al poder de las otras potencias, para balcanizarnos al hacer de España en cordero degollado del neoliberalismo y ser asà pasto de los enemigos de España, esto es, de la natural competencia entre los diferentes Estados por afianzar y expandir su poder y perseveratum.
La libertad abstracta del progresismo es tomada como una libertad absoluta, como un derecho natural no sometido a ninguna de las restricciones del poder efectivo, cuando en realidad es un derivado de ese poder, de esa voluntad o apetito. Nada más aclara la cosa de esa soberana estupidez zapateril el recordar a Platón cuando en Las leyes (698ª) nos dice que “la libertad absoluta, fuera de toda autoridad, es bien inferior al sometimiento a un moderado poder ajenoâ€.
Lo peor que le puede ocurrir a un pueblo es el caer en la locura del desenfreno de una total libertad sin comprenderla por sus restricciones y autoridad, y ello sólo es el nefasto efecto de no saber qué es ni saber vivir la democracia, pues la democracia, para ser realizada, no necesita de la libertad sin lÃmites, sino más que nada de la virtud polÃtica que no es otra cosa que el amor a la Patria, esto es, el amor a España tanto en democracia como en dictadura, tanto en monarquÃa como en república, tanto en un régimen moderado como en uno despótico, pues los regÃmenes pasan y perecen, pero la Patria, España, debe permanecer, ya que sin ella desaparece la dignidad y con la desaparición de la dignidad desaparece la libertad misma y el ser constitutivo de los españoles como hombres libres, polÃticamente libres, pues ser polÃticamente libres no es otra cosa que ser españoles.
¡Viva España!
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El odio a España
PÃo Moa
La habitual desmemoria nos lleva a desconcertarnos y creer inédito lo que ahora contemplamos. Pero en realidad los intentos secesionistas no son nada nuevo en nuestra historia. En 1923 los separatistas vascos, catalanes y gallegos formaron una alianza declarando su propósito de recurrir a la lucha armada. Las historias suelen pasar por alto el hecho porque el golpe de Primo de Rivera cortó sus propósitos, pero la amenaza era muy real, y podÃa haberse desarrollado en concomitancia con la ola de terrorismo anarquista, la crisis de Marruecos y su utilización demagógica por las izquierdas, y la frÃvola ineptitud de los gobiernos de la época.
En los años 30 los separatismos vasco y catalán resurgieron, trataron de explotar el desconcierto al llegar la República, y en verano del 34 intentaron desestabilizar al gobierno legÃtimo de centro derecha. En octubre, Companys se lanzó a la guerra civil al lado del PSOE. Y durante la guerra ambos nacionalismos aprovecharon el desorden revolucionario para avanzar de golpe hacia la secesión, traicionando de paso a sus aliados del Frente Popular. Es curiosa, sobre todo, la postura del PNV, que, de tener relación inicialmente con una conjura militar antirrepublicana, pasó a apoyar a la ultraizquierda y a sabotear eficazmente a las derechas que querÃan frenar el proceso revolucionario. Esa actitud, en principio extraña y suicida, proviene de la peculiar concepción heredada de Sabino Arana: “Tanto nosotros podemos esperar más de cerca nuestro triunfo, cuanto España se encuentre más postrada y arruinadaâ€.
La conducta del PNV nos explica tanto el tenaz esfuerzo de socavamiento de la unidad española como la colaboración de casi todas las izquierdas en ese esfuerzo. Lo expresó alguna vez Julián MarÃas en relación con el PSOE (pero es extensible al resto): “tienen una visión negativa de la historia de Españaâ€. Visión negativa unida a una especie de iluminismo que les hacÃa creer que ellas estaban llamadas a enmendar radicalmente la trayectoria, pretendidamente nefasta, del paÃs. Este mesianismo les hizo elegir como enemigo principal a quienes deseaban una evolución apoyada en el pasado y no destructiva de las raÃces históricas. Contra ese enemigo valÃa la alianza con los separatistas y con cualesquiera otras fuerzas. En 1917 el PSOE pactó con los secesionistas, los republicanos y los anarquistas para derribar violentamente al régimen liberal de la Restauración. Tanto él como los republicanos “comprendÃan†muy bien al terrorismo ácrata. En el 34 volvemos a verlos juntos a todos, más los comunistas, contra el gobierno democrático. Y durante la guerra volvieron a estar unidos (aunque asesinándose y traicionándose entre sÃ) contra el “enemigo principalâ€, al que identificaban con “la vieja Españaâ€, que unos querÃan desmembrar, otros “regenerar†a su gusto, y los terceros y más poderosos transformar en régimen soviético. Hecho repleto de significación: era normal el grito “Viva Rusiaâ€, o “Viva la Repúblicaâ€, o “Viva Euskadiâ€, pero se considerara subversivo gritar “Viva Españaâ€.
En 1998, centenario simbólico del “Desastre†y del despegue de los secesionismos vasco y catalán, los separatistas de Galicia, Vascongadas y Cataluña invocaron la mencionada alianza de 1923 y proclamaron su decisión de imponer lo que llamarÃan una “Segunda Transiciónâ€. Por el momento la izquierda estuvo al margen, pero en las últimas elecciones vascas el PSOE, el PNV, los comunistas y los terroristas marcharon juntos para aislar al PP. Y hoy vuelven a formar frente para esa segunda transición desde la democracia a la balcanización y la demagogia. Su táctica no ha variado: el descrédito, el insulto y el ataque sistemáticos a cuanto signifique o haya significado España en el pasado; la identificación –hecha por totalitarios– de la idea de España con la de atraso y dictadura; la vaga invocación de unas Españas “diferentesâ€, aunque no ciertamente mejores ni más democráticas.
¿Por qué han tenido estas tácticas tanto éxito, aun sin haber logrado nunca el suficiente para imponerse? Creo que básicamente por la desidia, la miopÃa o la incapacidad de la derecha para la “lucha ideológicaâ€, como la llaman los comunistas. Durante treinta años hemos contemplado cómo la defensa de la realidad histórica y de las libertades en Cataluña, Vascongadas e incluso la Galicia de Fraga, apenas existÃa, o se realizaba con asombrosa flojera… cuando no se boicoteaba, como ocurrió desde Madrid con el caso de Jiménez Losantos, Amando de Miguel y sus compañeros del manifiesto de 1981 en defensa de la Constitución en Cataluña. La derecha ha dejado la enseñanza, la cultura y la ideologÃa en manos de la izquierda y los separatistas, y por ello no puede sorprender lo que pasa. Lo sorprendente es que el mal no haya avanzado mucho más.
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En:
http://www.libertaddigital.com/php3/opi_desa.php3?fecha_edi_on=2005-10-07&num_edi_on=1454&cpn=27371&tipo=3&seccion=POR_D- |
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